El enamoramiento hace perder la perspectiva real de la situación a cualquier persona que se deja arrastrar por la corriente de una emoción que es tan fuerte que requiere de un claro control mental para poner en orden las ideas en medio de esa noria de sentimientos. El verdadero amor es aquel que se da en el equilibrio de corazón y razón. Cuando se ensalza en exceso el poder de la pasión por encima del pensamiento, se corre el riesgo de caer en el sentimiento ciego.
La razón es una luz que actúa como una brújula, es decir, te ayuda a marcar la dirección correcta hacia tu felicidad. Es importante ser realista asumiendo que el enamoramiento puede ser fuente de infelicidad cuando no te fijas en alguien que te hace bien o cuando caes en las redes de un vínculo no correspondido. No te dejes enganchar por aquello que no es amor. ¿Cómo pensar con claridad?