El inicio del enamoramiento describe las expectativas de quien se posiciona ante un horizonte ilusionante pero también incierto. Cada persona vive este periodo desde su situación y actitud. Fluir con naturalidad en este momento es una meta de felicidad en un tiempo en el que los bloqueos pueden estar causados por muchas razones: los miedos, las inseguridades, el cansancio, el deseo de un final feliz, la curiosidad por saber cuál será el siguiente capítulo…
Observa en qué momentos de tu vida has sido más feliz. Tanto en el plano profesional como en el ámbito personal, cuando ese escenario se produce existe una cuestión común: la conexión con el presente. Este aprendizaje no es innato, sino que se educa y se entrena. ¿Cómo aprender a fluir al principio de la relación?
Crea la realidad
En lugar de anticiparte a aquello que puede ocurrir y de imaginar un escenario de futuro hipotético, fluyes cuando tu intención conecta con la realidad del ahora. Es decir, cuando influyes en aquello que está ocurriendo ahora a partir de tu propia creatividad y la toma de decisiones. Fluyes cuando te implicas en la creación de aquello que deseas pero con naturalidad.