Cuando se habla de soledad, la primera imagen que viene a la mente de la mayoría de las personas es la de hombres solteros que tienen pocos amigos. Una persona con un círculo social reducido y una agenda social con pocas actividades. Lo cierto es que más allá de las circunstanicas personales, la soledad adquiere matices muy distintos.
Por ejemplo, no solo los solteros y las solteras pueden sentirse vulnerables sino que el fantasma de la soledad hace acto de presencia en cualquier lugar, también en la pareja. En ese caso, la soledad muestra la amargura añadida de saber que algo está fallando en la relación si existe tal nivel de desconexión, si cada uno hace su vida y la calidad de la comunicación está deteriorada.
El sentimiento de soledad puede vivirse en circunstancias diferentes: en una relación a distancia cuando los enamorados echan de menos en muchos momentos poder ver a su pareja personalmente, compartir un momento cotidiano y no vivir pendiente de los reencuentros de fin de semana. La soledad en la relación se intensifica cuando los compromisos de trabajo y el estrés producen tal nivel de agotamiento que prácticamente no queda ilusión para el amor. Esta soledad interior también se hace visible cuando existe incompatibilidad de carácteres y las discusiones son más frecuentes que los mensajes de amor.
¿Cómo reducir el sentimiento de soledad en la pareja?.