Cuando se habla de soledad, la primera imagen que viene a la mente de la mayoría de las personas es la de hombres solteros que tienen pocos amigos. Una persona con un círculo social reducido y una agenda social con pocas actividades. Lo cierto es que más allá de las circunstanicas personales, la soledad adquiere matices muy distintos.
Por ejemplo, no solo los solteros y las solteras pueden sentirse vulnerables sino que el fantasma de la soledad hace acto de presencia en cualquier lugar, también en la pareja. En ese caso, la soledad muestra la amargura añadida de saber que algo está fallando en la relación si existe tal nivel de desconexión, si cada uno hace su vida y la calidad de la comunicación está deteriorada.
El sentimiento de soledad puede vivirse en circunstancias diferentes: en una relación a distancia cuando los enamorados echan de menos en muchos momentos poder ver a su pareja personalmente, compartir un momento cotidiano y no vivir pendiente de los reencuentros de fin de semana. La soledad en la relación se intensifica cuando los compromisos de trabajo y el estrés producen tal nivel de agotamiento que prácticamente no queda ilusión para el amor. Esta soledad interior también se hace visible cuando existe incompatibilidad de carácteres y las discusiones son más frecuentes que los mensajes de amor.
¿Cómo reducir el sentimiento de soledad en la pareja?.
1. En primer lugar, es importante escuchar ese sentimiento, darle su espacio y hacerle frente. Es posible intentar reprimir la soledad con ocupaciones constantes, sin embargo, en algún momento brotará con más fuerza produciendo un efecto rebote.
2. Conviene superar el miedo al qué dirán en este tipo de situaciones. Si estás pasando por una vivencia de este tipo es recomendable que compartas cómo te sientes con un amigo de confianza o con un familiar y te desahogues porque así te sentirás más acompañado en tu dolor. Hablar resulta terapéutico y ayuda a liberar la tensión emocional que se produce la soledad de pareja en este tipo de situaciones.
3. Cuando una pareja ha formado una familia, el sentimiento de soledad también puede nacer por tener la sensación de estar priorizando otros aspectos antes que el cuidado de la propia relación y de uno mismo. Padres y madres pueden sentirse solos si ya no recuerdan cuándo fue la última vez que estuvieron juntos charlando sobre un tema distinto del trabajo o de la conciliación laboral.
En este caso, para prevenir este tipo de soledad, es positivo solicitar la colaboración de los abuelos para que puedan cuidar de los niños algún viernes o sábado por la noche mientras la pareja disfruta de una cena, de un plan de cine, una obra de teatro o cualquier otra distracción sin sentir la prisa de volver a casa.
4. Conviene aceptar la soledad como un sentimiento natural en la propia relación. Es decir, nadie puede cubrir las carencias de otro ser humano.