El día de la boda no solo produce expectación desde la perspectiva de esa jornada en sí misma, sino también, de la planificación. Los meses previos a la ceremonia son emocionantes porque ese horizonte del sí quiero produce felicidad. ¿Cómo puedes hacer que tu boda sea especial?
El estilo de vida actual está condicionado por la búsqueda de resultados, la inmediatez y la prisa. Y esta tendencia está tan interiorizada que, con mucha frecuencia, la persona traslada esta actitud a otros ámbitos de su vida: por ejemplo, la organización de la boda.
A veces ocurre que el perfeccionismo produce un exceso de expectativas que desvía el foco de atención de lo verdaderamente importante. Por ello, la cultura slow no solo es una forma de sentir que puede materializarse a través de un viaje, sino también, en el wedding planner. ¿Cómo practicar el slow wedding?
1. Personaliza la celebración de boda
Cada semana se celebran muchos enlaces en distintas partes del mundo. Sin embargo, tu boda es totalmente única. Y la espectacularidad del enlace no reside en la estética de decoración del lugar que produce una ambientación específica, sino en la toma de decisiones conscientes. Por tanto, pon atención al poder del ahora para definir todos los detalles de este día.
