El deseo de conexión con un amor o una amistad choca con la distancia que se produce cuando el otro se aleja y se distancia. En ese tipo de situación, es especialmente importante mantener la tranquilidad y la calma. La impaciencia puede alejarle más todavía. Pero, principalmente, la intranquilidad genera sufrimiento, desgaste y desasosiego interior. ¿Cómo mantener la calma cuando alguien se aleja de ti?
1. Intenta hablar con ese alguien de forma constructiva
Tal vez puedas afrontar esa charla pendiente y plantear las dudas que tienes al respecto. Intenta no quedarte en el plano de las suposiciones: contrasta la información. Haz preguntas abiertas en un tono asertivo. Quizá el interlocutor se muestre receptivo para decirte cuáles son las razones que le han llevado a esa situación.
2. Acepta su espacio y su tiempo
Que una persona se distancie no implica de forma objetiva que la relación de amor o amistad haya llegado a su fin. Hay etapas y momentos. Y es recomendable aprender a respetar los tiempos y los ritmos de los demás para encontrar la manera de profundizar en el vínculo sin invadir las emociones del otro.
Es decir, si insistes hasta el infinito para que no se aleje, es posible que marque todavía una mayor distancia. Por el contrario, si continúas con tu vida, sin girar constantemente en torno a esa persona, encuentras un buen equilibrio. Es decir, sigues presente en su vida. Estás disponible a nivel emocional para escucharle cuando lo necesite. Pero no te quedas estancado en la cuestión que ha despertado tu inquietud.
3. Tal vez en algún momento tú también te distanciaste de alguien
Tener empatía en una situación de este tipo no siempre parece sencillo. Pero quizá puedas analizar la realidad desde otra perspectiva. Para ello, recuerda aquel momento en el que fuiste tú quien se alejó de un amor o una amistad (de forma definitiva o temporal).
¿Qué necesitaste en aquella etapa? ¿Qué gestos de los demás te ayudaron y qué acciones causaron el efecto contrario? Cada persona es un mundo. Es decir, un punto de vista particular no describe de manera universal la forma de sentir y pensar de cualquiera que se encuentre en una situación similar.
4. No te pongas en la posición de ser adivino del futuro
La intranquilidad aumenta cuando empiezas a pensar que ese alguien se alejará cada vez más y que no hay nada que tú puedes hacer al respecto. Intenta dirigir tu atención hacia un punto en el que pones el foco de atención en el aquí y en el ahora.
Por ejemplo, céntrate en cuidar tus vínculos personales (y no solo gires alrededor de cómo se encuentra la relación con ese alguien). Es decir, mantén el contacto con tu familia y amigos (y no renuncies a la posibilidad de ampliar tu círculo social si surge la oportunidad).
5. No pierdas el tiempo en alguien que te hace ghosting
En la actualidad, las nuevas tecnologías pueden ser utilizadas de una forma muy positiva para mantener el contacto con alguien. Sin embargo, también pueden marcar una distancia cuando se hace un uso poco humanista de los medios al alcance en relación con la comunicación interpersonal. Por ejemplo, el fenómeno del ghosting merece una atención especial.
En ese tipo de caso, alguien se distancia de forma repentina y rompe cualquier tipo de contacto sin dar ningún tipo de explicación a quien, al otro lado de la pantalla, sigue a la expectativa de recibir atención y cariño (porque confía en el potencial de esa relación de amor o amistad).
Seguro que te resultaría bastante fácil decirle a un amigo que no pierda su tiempo con alguien que desaparece sin tener ningún tipo de empatía, comprensión o sensibilidad. Pues bien, intenta afrontar dicha circunstancia de manera constructiva si la vives como protagonista.
6. Acepta los límites de tu capacidad de influencia
Aunque desees que esa persona no se aleje, tiene la libertad de tomar esa decisión. Aunque le eches de menos con todo tu corazón, quizá debas respetar que sus sentimientos son diferentes si quiere marcar distancia y emprender una nueva etapa lejos de ti.
Puedes poner tu atención en tu locus de control interno, es decir, en lo que puedes hacer al respecto. Pero cuando hay una relación entre dos personas, la realidad de ese vínculo está condicionada por otras muchas variables que van más allá de la perspectiva individual. Las frases de amor y amistad, por ejemplo, son más felices cuando existe reciprocidad.
Y es un acto de humildad aprender a esperar o aceptar que la realidad del otro puede ser diferente al punto de vista personal. También puede suceder que tú mismo decidas que estás cansado de esperar y que no quieres seguir por el mismo camino. Es decir, no se trata de adoptar un rol pasivo y sumiso. Simplemente, conviene entender que la esencia del amor y la amistad se mueve en una constante dualidad.