Los problemas de convivencia en pareja, con frecuencia parten de la propia inmadurez de la relación. Así ocurre cuando dos personas comienzan a compartir piso a los pocos meses de conocerse. Es importante tener un conocimiento realista del otro antes de dar el paso de compartir casa. ¿Por qué motivo? Porque la convivencia es una prueba de fuego para las parejas. Así como no es sencillo convivir con compañeros de piso en la etapa de estudiantes, es mucho más complejo crear un proyecto de pareja. Idealizar la convivencia como si fuese el final del cuento de hadas del amor es uno de los principales motivos de frustración de tantas personas cuando aterrizan de lleno en la rutina del día a día, asumen la complejidad de la intimidad constante. El compañerismo en la pareja es fundamental para hacer que la convivencia sea agradable.
Barreras de la convivencia en pareja
Por tanto, uno de los principales problemas de la convivencia es dar este paso cuando uno de los dos o ambos no están realmente preparados para darlo. Por otra parte, en la convivencia también surgen discusiones por temas que pueden ser en apariencia más superficiales pero que, con frecuencia, esconden vacíos emocionales más profundos de la relación. Por ejemplo, es posible discutir porque uno de los dos asume la mayor parte de las tareas de la casa, mientras que el otro evade su propia responsabilidad dando rienda suelta al desorden. También pueden surgir discusiones porque uno tiene la costumbre de hacer las cosas de un modo mientras el otro las hace de otro.
En la convivencia pueden surgir dificultades cuando no existe igualdad en los roles de ambos. Por ejemplo, tal vez uno siempre quiere imponer su propio criterio ante el otro. O también puede suceder que uno de los dos no asuma que la casa no es solo su casa sino que también la comparte con otra persona. Por tanto, es necesario poner normas comunes para hacer que la convivencia sea agradable para ambos. Y en muchos casos, las normas no pasan por las prohibiciones sino por la negociación. Por ejemplo, conviene acordar cuándo invitar amigos a casa si se va a organizar una fiesta de fin de semana.