Actualmente puedes disfrutar en cartelera de la película «La La Land, La ciudad de las estrellas» protagonizada por Emma Stone y Ryan Gosling. Esta pareja de actores con mucha química, encarnan a una adorable pareja. La película está estructurada temporalmente, es decir, cada etapa está contextualizada en una estación del año. Esto te ayuda a visualizar cómo evoluciona el amor y qué dificultades tienen que afrontar los protagonistas.
«La La Land» es una buena propuesta de cine romántico que te sumerge en los efectos especiales de un cine musical en el que las letras de las canciones tienen más peso incluso que los diálogos. Evidentemente, la vida no es un musical. Sin embargo, lo que sí refleja muy bien «La La Land» es ese estado de idealidad que cualquier persona experimenta cuando se enamora y es correspondida. ¿Quién no ha sentido en algún momento la ilusoria sensación de flotar por las nubes por pura felicidad? Esta es una de las señales del enamoramiento. Pues bien, los efectos especiales de «La La Land» recrean un universo envolvente de romanticismo, al más puro estilo de la vida en color de rosa.
Emma Stone y Ryan Gosling, una pareja con chispa
Pero a su vez, los protagonistas de «La La Land» son personas que, como en la vida misma, tienen inquietudes propias. Es decir, Sebastian es un joven músico de jazz que lucha de forma vocacional por hacerse un hueco en su profesión, busca la estabilidad de un trabajo que le permita unir música y felicidad en su vida gracias a un empleo en buenas condiciones.
Por su parte, Mia es una joven vocacional que desde pequeña sueña con ser actriz y ahora trabaja como camarera mientras se presenta casi a diario a un nuevo casting. Pruebas para ser actriz que también ponen a prueba su propia fe en sí misma. «La La Land» es un ejemplo de cómo en la vida puedes experimentar distintas formas de amor. No solo existe el amor de pareja.
También existe un amor vocacional que en el caso de esta película mágica que rinde homenaje al arte como un valor de cultura universal. Estos dos tipos de amor pueden ir unidos, pero también, pueden ir separados. Por ejemplo, algunas personas han sido afortunadas por haber realizado su pasión profesional, mientras que no han tenido la misma fortuna en el plano personal (o a la inversa).
«La La Land» es una de esas películas que no sería posible sin la visión de un director de tanto talento como Damien Chazelle. Un director que ha creado un cuento de hadas pero con grandes dosis de realismo. Y esto es lo que hace que esta película sea realmente creíble y también, un punto de inspiración para cualquier persona, esté enamorada o no lo esté.
Un cuento de hadas para aprender a amar
«La La Land: La ciudad de las estrellas», es una buena propuesta de cine para ver en pareja, con amigos, en familia o en solitario. Como más te apetezca. Lo que es casi seguro es que dejará en ti una agradable sensación de buen rollo y vitalidad. Es una de esas películas que enamora por la vida que recrea. Y una de esas historias que tienes que ver para comprobar por ti mismo, si tiene o no un final feliz. Ya que, aunque de entrada parezca un cuento de hadas, en la práctica es posible que te rompa los esquemas que tienes de este género romántico.
Esta película que ha triunfado en los Globos de Oro va a depositar en ti un montón de semillas en forma de frases de amor fruto de metáforas visuales, una atmósfera de color y grandes coreografías.