Tan negativo como anteponer constantemente las necesidades de los demás es pensar siempre en uno mismo desde el ego. Sin embargo, la virtud se encuentra en el equilibrio. Ese equilibrio que te aporta bienestar. El egoísmo es un concepto que, al igual que la envidia y otros sentimientos, tiene connotaciones negativas en el universo afectivo.
Sin embargo, el egoísmo sano te recuerda que mereces pensar en ti, y de hecho, es importante que lo hagas. Si tú no piensas en ti, y no pones en valor tus derechos y límites, corres el riesgo de que otras personas invadan tu espacio emocional con constantes exigencias.
A veces, este término se utiliza como una forma de chantaje. Es decir, cuando dices a una persona “eres un egoísta”, lo haces con la expectativa de que cambie. Sin embargo, puede ocurrir que esa persona siente que simplemente ha actuado de manera coherente con sus deseos de realización personal. ¿Cuáles son los beneficios del egoísmo sano en el amor y la amistad?
1. Libertad real
Desde este punto de vista, puedes actuar de manera coherente con tus verdaderos deseos en lugar de caer en la trampa de decir sí a aquello que en realidad deseas decir no. Algunas personas se comprometen a hacer un favor determinado a un amigo porque temen que en caso de declinar esa ayuda, el otro se aleje.