Generalmente, muchos de los conflictos que podemos tener en la vida se solucionan a partir de una autoestima alta. Es decir, la verdadera brújula de tu felicidad es la aceptación interior, el vínculo que tienes contigo es tu centro personal. Afortundamente, así como puedes transformar un vínculo de amistad o amor, también puedes enfocarte de un modo diferente contigo mismo.
Ya que además, son muchos los puntos de conflicto que pueden ser un freno a la autoestima cuando hacemos una interpretación equivocada de la realidad. Es decir, cuando nos llevamos todo al plano personal. El desamor, un fracaso profesional, la soledad, los malos entendidos, el cansancio psicológico y el peso de la rutina son ingredientes que pueden alejarte de tu fuerza interior. ¿Cómo elevar tu autoestima a partir de ahora?
5 consejos de autoestima para mejorar tu vida
1. Practica el bien. Cuando realizas una buena acción, consigues que brille lo mejor de ti. A su vez, te conviertes en un referente de inspiración para otras personas. De este modo, se produce una retroalimentación infinita, como una cadena de vida.
2. Busca ser feliz, en lugar de tener la razón. Cuando vivimos desde el ego tendemos a dar protagonismo a un brillo artificial que se basa en la apariencia. Sin embargo, muchos sufrimientos se producen precisamente por querer tener la razón cuando eso, en muchos casos no es lo verdaderamente importante. Busca ser feliz y estarás ganando razones de peso para vivir.
3. Nadie puede vivir tu vida. Las personas que tienen una personalidad que tiende a la dependencia sufren una autoestima baja porque han delegado en terceras personas su propia responsabilidad de tomar decisiones. Recuerda que nadie está en este mundo para recorrer tu camino.
4. Celebra los éxitos más sencillos. Esta es una buena filosofía de vida. Empezar a enfocarte en todos esos detalles bonitos y agradables que alimentan la gratitud existencial. La autoestima aumenta cuando das más valor a estos aspectos sin darlos por supuesto.
5. Pide en lugar de exigir. Si quieres mejorar tus relaciones personales, comienza por reducir el tono gris de la exigencia, para potenciar la asertividad de una petición abierta.
Cómo empezar a quererte
¿Cómo aplicar todo lo dicho hasta ahora al caso particular y concreto de aquella persona que quiere empezar a elevar su autoestima a través de gestos sencillos? Por ejemplo, escribe en tu diario ese plan de acción que vas a seguir hasta ahora. Todos tenemos un punto débil que boicotea nuestro potencial de felicidad: ¿Cuál es el tuyo?
Anótalo por escrito para aumentar tu control sobre este asunto. También puedes compartirlo con otra persona ya que cuando nos comprometemos con un objetivo delante de amigos, también aumenta nuestra implicación.
Además, pon una fecha concreta en la que quieres comenzar este trabajo interior de desarrollo personal. Haz algo simbólico en esa fecha inicial de tu plan de acción. Por ejemplo, organiza una fiesta con una temática de felicidad. Organiza un plan con esas personas que te gustaría que te acompañen en este momento de transformación personal.
Tal vez alguno de tus mejores amigos viva lejos de ti, sin embargo, esto no es determinante ya que actualmente podemos estar mentalmente conectados a alguien gracias a la comunicación a distancia. Te resulta más fácil empezar a quererte cuando te descubres a ti mismo a través de la mirada de las personas que te quieren. Por esta razón, es recomendable que hagas partícipes a las personas que quieres de tu proyecto de cambio personal.
Convive con los demás pero no te compares con nadie. Recuerda que cada persona tiene su propia luz. No necesitas apagar la de nadie para brillar tú. Enfócate en tus cualidades positivas porque las tienes. Aprecia el consejo de las personas que te rodean pero valora por encima de todo, tu propio criterio cuando se trata de decidir sobre aquello que te hace feliz.
¿Qué paso puedes poner en práctica ahora mismo, en este instante, para empezar a quererte un poco más a ti mismo? Una de las frases de amor más significativas es ésta de Nathaniel Hawthorne: «Las caricias son tan necesarias para la vida de los sentimientos como las hojas para los árboles. Sin ellas, el amor muere por la raíz».