El sentimiento de soledad frecuente queda representado en la imagen cotidiana de una persona que sale poco de casa (y no disfruta plenamente de la rutina en su hogar). Sin duda, el teléfono y la tecnología en sus diferentes formas son medios esenciales para estar en contacto con los demás. También, para hacer amigos y conocer gente.
Sin embargo, salir de casa representa un paso de gigante frente al aislamiento o la soledad. Aunque no siempre sea en compañía, es fundamental establecer hábitos que fomentan el estilo de vida activo y la participación en espacios que van más allá del salón o la cocina. En el blog de mobifriends te damos 6 consejos para salir de casa y organizar planes con amigos y gente nueva.
1. Ponte en contacto con amigos que quieres recuperar
Que dos personas se comuniquen menos durante un tiempo no significa que el vínculo se haya roto. Es probable que si contactas con diferentes amigos con los que mantienes una comunicación menos frecuente desde hace unos meses, sea posible concretar nuevos planes, mantener otras conversaciones y disfrutar juntos del presente.
A veces, nos gustaría que fuesen los demás quienes nos recuerden y tomen la iniciativa para hablar con nosotros. ¿Pero por qué quedar a la expectativa de que eso ocurra? Tú puedes dar el paso y sentir la satisfacción personal que produce la iniciativa.
2. Establece un horario para pasear por el barrio o el parque
Es posible salir de casa para hacer algunas gestiones, ver una obra de teatro o comprar una entrada de cine. Pero la rutina del paseo ejemplifica perfectamente el bienestar que experimenta quien regresa a su hogar tras haber estado en contacto con la naturaleza o el paisaje urbano. ¿En qué horario te gustaría disfrutar de un paseo diario?
El barrio, el parque o cualquier otro espacio relajante es perfecto para alimentar la tranquilidad, observar la realidad y disfrutar de cada paso que te une al presente. Incluso cuando vives tu paseo sin la compañía de alguien que está a tu lado durante todo el trayecto, vas a ver a otras personas durante el itinerario. Y también puedes saludar a desconocidos que, sin embargo, te resultan cercanos por algún motivo.
3. Potencia los hábitos del cuidado personal
Cuando el día a día transcurre principalmente en casa, y la persona no disfruta verdaderamente de esa experiencia, es posible prestar menos atención a aspectos importantes que se relacionan con el cuidado personal. Por ello, existen diferentes rutinas que también repercuten positivamente en el bienestar emocional: una sesión de peluquería es el perfecto ejemplo de ello.
Del mismo modo, también puedes disfrutar de la experiencia de arreglarte más y sacar un mayor partido a tu fondo de armario. Por supuesto, cuida tu descanso y tu alimentación como parte esencial de tu rutina diaria. Cuídate para mimarte y sentirte bien contigo mismo (es decir, no es un gesto que debes adoptar para agradar a los demás).
4. Participa en nuevos espacios para conocer gente y hacer amigos
Es muy positivo que el hogar sea un espacio de bienestar emocional. Pero la interacción social también se produce más allá de casa: en la biblioteca, en un restaurante, en el gimnasio, en una academia de idiomas, en el teatro, en viajes programados, en cursos de formación…
En definitiva, existen muchas oportunidades que puedes tener en cuenta. Es posible ampliar la agenda de manera gradual, es decir, no implica romper con la zona de confort de forma absoluta. ¿En qué espacios te gustaría interactuar a partir de ahora? Ten en cuenta que en nuevos espacios también tienes la posibilidad de conocer amigos.
5. No te limites con ideas negativas
En ocasiones, la expectativa de salir de casa se pospone por pereza o, incluso, ideas negativas. Sin embargo, es una rutina necesaria que aporta bienestar, favorece el desarrollo de las relaciones sociales y añade novedades al presente. Sin duda, desconectar del propio hogar durante un rato es muy recomendable. Además, puedes vivir nuevas experiencias.
6. Pon fecha y hora para quedar con amigos
¿Te apetece organizar un plan especial? Entonces, pon una fecha y una hora específica en tu calendario. Haz un espacio real a esa expectativa que te ilusiona o que puede ayudarte a recuperar espacios de bienestar y socialización en el corto plazo. A veces, no es fácil ir más allá de esa zona de confort. Generalmente, los grandes cambios en el estilo de vida se afrontan de forma gradual. Pero también es posible propiciar un punto de inflexión de manera consciente.
Es decir, pon fecha y hora para llamar por teléfono a un amigo con el que hace un tiempo que no hablas. Pon fecha y hora para ir al cine a ver una película. En definitiva, concreta una iniciativa que sea significativa en tu rutina. Siente la motivación que aportan aquellas frases de amor y amistad que hablan de esperanza, ilusión y alegría.