Ser amigo de alguien que te gusta, por el simple hecho de cultivar ese lazo de amistad, es una opción que tal vez no contemples si no eres correspondido a nivel sentimental. Sin embargo, alguien que tiene valores y cualidades positivas puede enriquecer tu vida desde otras perspectivas. Y la amistad es un pilar muy importante en la felicidad personal. Aspirar a ser un buen amigo de la persona que te gusta es un acto de libertad que no debe estar empañado por la trampa del autoengaño (que puede causarte más dolor a largo plazo).
Es decir, debes encontrarte en un momento en el que te sientes preparado para intentarlo (tienes tiempo de cambiar de opinión si lo consideras necesario). ¿Cómo ser un buen amigo de la persona que te gusta? ¿Cómo mantener una relación positiva con ese hombre o mujer que en un primer momento llamó tu atención desde una expectativa diferente? En el blog de mobifriends te damos seis consejos.
1. Es muy importante que esa persona sí te quiera como amigo
Tal vez hayas decidido descartar la posibilidad del amor correspondido porque, objetivamente, el otro no se encuentra en tu mismo punto. Pues bien, la amistad también es bidireccional y recíproca. Es decir, no dediques tu tiempo a alguien que te utiliza, te infravalora o te trata como un objeto. Por el contrario, confía en alguien que, realmente, te transmite el cariño de una amistad que puede llegar a fortalecerse sin esa expectativa de fondo de que el sentimiento actual quizá derive en amor de pareja.
2. No te centres exclusivamente en esa persona
La amistad no exige exclusividad, sino que puedes disfrutar de momentos de calidad con otras personas con las que compartes algo en común. Si quieres ser amigo de la persona que te gusta, es esencial que tu mundo no gire a su alrededor o que tu agenda no quede a la espera de concretar un próximo encuentro. Hazle un espacio en tu presente de forma sincera.
Pero, si no quieres condicionarte constantemente con la idea de una amistad que puede ir a algo más, es esencial que cultives otras relaciones. Y que los tiempos que compartes con otros amigos o amigas no se centren en tus conversaciones o planes con ese alguien que te gusta (y tal vez todavía te haga sentir algo especial durante un tiempo).
3. Céntrate en aquellos temas de conversación que te hacen sentir bien
Es probable que, si reflexionas en torno al valor de cada una de las amistades que han formado parte de tu vida, descubras que cada una de ellas tiene algo diferente y especial. Incluso con tu mejor amigo puede ocurrir que haya algunos temas que trates más y otros que no suelen surgir en vuestras conversaciones. Este mismo ejemplo puedes trasladarlo a tu relación con la persona que te gusta y de la que vas a intentar ser un buen amigo (si tú lo has decidido de forma consciente).
En ese caso, no tienes por qué asumir el papel de su confidente a nivel sentimental (ni a la inversa). Pero hay otros muchos temas de conversación que unen a dos personas de forma sincera: desarrollo profesional, planes culturales, proyectos a corto plazo, viajes, emociones… Seguro que encuentras la forma de dirigir la conversación hacia otro punto si prefieres no seguir profundizando en una cuestión determinada.
4. Frecuencia en planes y comunicación: encuentra tu propio ritmo
Si quieres ser un buen amigo de ese chico o esa chica que te gusta, ten presente que no hay una manual exacto para conseguirlo. En cierto modo, eres tú quien puedes encontrar un camino, en colaboración con la otra persona. Quizá en algún momento le dijiste lo que sentías o tal vez preferiste no dar el paso. En cualquier caso, si es alguien que te respeta, te aprecia y te valora, cuentas con las condiciones favorables para construir un vínculo sincero a partir de una base que, tal vez en un primer momento, te pareció muy compleja.
Sencillamente, encuentra tu propio ritmo en relación con la frecuencia en la comunicación y los planes que organizáis en común. Por ejemplo, quizá no sea lo más recomendable que quedes todas las semanas, especialmente, si todavía tienes alguna duda respecto a lo que sientes. Y quizá prefieras quedar una vez al mes (es solo un ejemplo que puede servirte para reflexionar en torno al tiempo). Las frases de amor y amistad escriben su propio camino cuando dos buenas personas se encuentran y se eligen de algún modo.
5. Date tiempo (a ti y a la amistad que quieres crear)
No es fácil ser amigo de alguien que te gusta. Pero tampoco es imposible, especialmente, para quien no se encuentra en un momento de enamoramiento máximo o no ha sufrido el daño que deja un desamor profundo. Pues bien, si quieres darte la oportunidad de construir una nueva amistad en tu vida, date tiempo a ti y al propio vínculo.
Y piensa que, de forma objetiva, tal vez llegues a quererle de forma profunda desde el plano de la amistad (y a la inversa). Un gran amigo también puede dejar una huella en tu vida de forma positiva.
6. Valórate a ti mismo: mereces recibir lo mismo que das
La amistad no es una ciencia exacta ni una ecuación matemática. Sin embargo, cuando renuncias a la posibilidad de enamorar a alguien que no siente lo mismo por ti en este momento, pero aceptas el reto de la amistad, es importante que recuerdes que puedes aspirar a una relación en la que existe equidad, igualdad, equilibrio y proporción.
¿Y cómo puedes saber si existe ese equilibrio al que hacemos referencia? Encontrarás la respuesta en tu interior si te hablas con sinceridad. En definitiva, muchas historias de amor verdadero empiezan y evolucionan a partir de la amistad. Pero también puede producirse un proceso distinto. Así lo muestran aquellos vínculos en los que uno de los dos sintió algo más por el otro y, a pesar de ello, no renunció a la posibilidad de ser amigos.