Aprender a convivir con momentos de soledad es un objetivo positivo para cualquier adulto, más allá de su situación sentimental. Es una experiencia necesaria para mujeres y hombres solteros, parejas, matrimonios felices, personas que afrontan una ruptura… En definitiva, los momentos de soledad son imprescindibles y terapéuticos porque potencian el autoconocimiento y previenen la dependencia en los vínculos con los demás.
Sin embargo, aunque la soledad se presente como una compañía esencial, que irrumpe en la vida de manera inevitable, también puede presentar otros muchos desafíos. En el blog de mobifriends te damos seis consejos para aprender a convivir con momentos de soledad:
1. Que no te limiten las opiniones o comentarios de otras personas
La visión en torno a la soledad no es lineal. Algunas personas la abrazan con plena libertad. Otras, por el contrario, la confunden con la soltería. Las opiniones y comentarios en torno a esta experiencia te enriquecen, especialmente, cuando no muestran estereotipos negativos. Por tanto, redescubre la soledad desde una óptica positiva. Que los prejuicios en torno a esta vivencia no condicionen tu presente.
2. Pon el foco en lo más importante: el presente
Existen otros aspectos que son circunstanciales en relación con la forma de vivir el instante porque cambian al compás del tiempo. Los planes con amigos, la vida en pareja, el tiempo de familia o los momentos de soledad pueden convivir a lo largo del año. Sin embargo, existe un hilo conductor que se sitúa en la base de todos los ejemplos mencionados: el presente. Es decir, disfrútalo como un regalo, también, en aquellos espacios en los que te encuentras contigo.
3. La felicidad de los momentos de soledad no está determinada por los resultados
El estilo de vida actual está muy vinculado con la productividad, la ocupación y la búsqueda de resultados. Sin embargo, no hacer nada también es una necesidad que potencia el descanso, la creatividad y el bienestar. Los momentos de soledad pueden disfrutarse y descubrirse desde ángulos diferentes. Por ejemplo, los planes caseros, las sesiones de cine, los paseos en contacto con la naturaleza, las visitas a museos, los ratos de lectura, y otras muchas opciones de ocio, presentan una amplia lista de oportunidades. Y cada vivencia proporciona una reflexión diferente.
El valor de los momentos de soledad no está determinado por los resultados. Algunos instantes te resultarán muy agradables. Quizá el aburrimiento surja en otras ocasiones. En algunos casos, la experiencia no estará a la altura de tus expectativas, mientras que es probable que otros escenarios superen la visualización previa. En definitiva, es posible experimentar y sentir todo tipo de sensaciones y emociones, al igual que ocurre en los planes en compañía. Por ello, el encuentro con la soledad es constructivo desde una perspectiva holística.
4. Comparte el aprendizaje adquirido en tus momentos de soledad
La soledad también enriquece la comunicación con la pareja, los amigos o la familia. También aporta la perspectiva necesaria cuando quieres encontrar el amor, enamorarte y conocer a alguien especial. Otras personas pueden estar ahí, formar parte de tu vida de un modo muy significativo, pero nadie puede ocupar el espacio que tú tienes en tu propia vida. Es decir, tú debes liderar tu camino, tomar tus decisiones, asumir la responsabilidad ante posibles errores, darte el permiso de equivocarte o cambiar de opinión.
Aunque la soledad es una prioridad porque muestra un aprendizaje necesario, también es posible evitarla por medio de la búsqueda de la compañía de los demás. Pero esa medida no incrementa el nivel de felicidad individual y también interfiere en la calidad de los vínculos afectivos. Los debilita porque crece el apego y se reduce la libertad.
Las frases de amor y amistad no solo surgen en compañía, sino que también alimentan la reflexión en instantes de calma y silencio.
5. Encuentra nuevas oportunidades de felicidad
Cuando conoces nuevos amigos o inicias una historia de amor, surgen nuevas oportunidades en tu vida. Pues bien, es algo que también sucede cuando aprendes a disfrutar plenamente de tu soledad. Por ejemplo, aprovechas mejor el tiempo libre.
Los planes de ocio ya no están condicionados por la necesidad de concretar un horario con alguien que también está disponible en ese momento. A partir de ese instante, experimentas la alegría que producen los planes culturales no solo cuando se comparten con amigos, sino también en soledad. Una realidad que puede trasladarse a otras vivencias como los viajes.
6. Define tu próximo objetivo
Los aprendizajes más importantes de la existencia también pueden orientarse hacia el cumplimiento de próximos retos. Los pequeños objetivos pueden motivarte para planificar instantes inolvidables. Revisa tu agenda: ¿Qué día de la semana vas a encontrar un espacio para centrarte en ti?
Por tanto, disfrutar de la soledad es un aprendizaje imprescindible a nivel humano, incluso cuando quieres buscar pareja o hacer amigos.