La autoestima es un pilar fundamental en la vida, cada etapa también está condicionada por distintas variables en cuanto a circunstancias se refiere. El amor propio es un alimento sólido y nutritivo de la felicidad. El factor edad no representa una connotación negativa en cuanto a autoestima se refiere, de hecho, aunque cumplir años pueda suponer una pérdida de atractivo respecto a la juventud, la madurez tiene otras ventajas muy importantes.
El autoconocimiento, la tranquilidad de ánimo y la experiencia. ¿Cómo puedes alimentar tu autoestima después de los 50? En el blog de mobifriends te damos ideas.
1. Sigue formándote
Recuerda la esencia de la filosofía socrática a la que Platón rindió homenaje a través de sus diálogos: «Solo sé que no sé nada». Por tanto, el viaje del aprendizaje es una constante en la existencia humana. Puedes asistir a cursos especializados e informarte de manera autodidacta a través de libros, artículos de interés y material pedagógico sobre temas que te entusiasman. Este puede ser un buen momento tanto para perfeccionar el currículum como para aprender una nueva afición por el puro placer de aprender.
2. Tu edad es la vida vivida en presente
Más allá de cualquier tipo de edadismo, tu verdadera edad es la de tu corazón que se mide a través de la ilusión, la pasión por el presente, la ganas de emprender nuevos proyectos, el deseo de dejar una huella positiva en la vida de los demás y el amor visto como una experiencia universal. Es decir, mientras que cuando eras adolescente puede que la idea de tener 50 años representase en ti una edad estereotipada, ahora que has superado esta barrera eres consciente de tu juventud interior.
Aprende del pasado, recuerda los momentos bonitos del ayer. Y visualiza el futuro con esperanza a través de tu sonrisa interior. Pero por encima de todo abraza el ahora con todo tu ser.
3. Biblioterapia
La lectura es uno de los antídotos de autoestima más apetecibles desde temprana edad. Sin embargo, cualquier edad es positiva para descubrir el interés por los libros. Que la excusa de la falta de tiempo no sea una razón para no adentrarte en el mundo de la literatura. Existen muchas temáticas diferentes. Visita las distintas secciones de la biblioteca, consulta el catálogo de diferentes librerías y selecciona lecturas sugerentes cuyo título despierte tu interés en un primer momento.
Los libros contienen frases filosóficas de amor, reflexiones interesantes, palabras que son luz para el ánimo. Esas ideas incrementan tu nivel de reflexión consciente. Las experiencias literarias son creativas en todas sus formas y matices. Por ejemplo, puedes asistir a un club literario de novela histórico, ver en pantalla grande libros que han sido adaptados al cine, visitar librerías de segunda mano o seguir a escritores que admiras a través de las redes sociales.
4. Vida social
Que tu agenda no solo sea activa en lo relativo al ámbito profesional, ojalá que tu tiempo libre esté motivado con el espacio necesario para quedar con amigos, hacer planes en pareja o volver a enamorarte si estás soltero y deseas sentir esa emoción de nuevo. Cuanto más rica es tu agenda social más feliz eres porque las emociones agradables refuerzan la autoestima. Los momentos que compartes con tus amigos y amigas son únicos.
Recuerda que el mejor regalo que puedes hacer a los demás es tu tiempo. Por ello, intenta tener una actitud de cercanía con los demás para actualizar las relaciones de manera natural a través del paso de los meses.
Para cultivar las relaciones sociales también es importante que aprendas a decir «no» a aquellos planes que no te apetecen. Sin embargo, también es fundamental que te animes a decir «sí» con más frecuencia si sientes que te mantienes en una zona de confort que te aleja de la posibilidad de conocer gente nueva.
5. Afronta tus asignaturas pendientes
En este momento en el que ya has superado el ecuador de la vida es una buena ocasión para hacer balance con el fin de que la biografía vivida hasta el momento sea la antesala de un capítulo apasionante. Por ejemplo, recupera algún reto o alguna asignatura pendiente en tu vida. Escucha tu voz interior y encontrarás tu respuesta en torno a esta idea en relación con aquello que es significativo para ti.
Modela el ejemplo de aquellas personas mayores de 50 años que a esta edad han dado pasos muy valiosos en su destino. Por ejemplo, hacer ese viaje a un destino maravilloso, emprender un negocio, hacer las paces con una persona especial, volver a estudiar a la universidad, escribir un libro o cualquier otra idea sencilla pero significativa.
Cumplir con una asignatura pendiente también puede suponer cerrar un capítulo del pasado. Por ejemplo, cerrar de manera definitiva un divorcio o una ruptura de pareja curando cualquier tipo de rencor o de desencanto. ¿Cómo alimentas tu autoestima después de los 50?