El noviazgo es una etapa de conocimiento que es muy necesaria para la consolidación del amor ya sea en el matrimonio o en la convivencia. Está claro que el compromiso de una boda es mucho mayor que el de un noviazgo. Por esta razón, antes de dar el paso de casarte, reflexiona sobre si, realmente, crees que ha llegado tu momento de dar el paso con tu pareja.
En primer lugar, es importante que no hayáis pasado por alto temas que debéis tratar antes de implicaros en un proyecto de vida en común: ¿Cómo vais a organizar vuestra economía doméstica? ¿Queréis tener hijos los dos o vuestros deseos en este punto no coinciden? ¿Estáis dispuestos a cambiar de ciudad si a uno de los dos le surge una oferta de trabajo muy importante? ¿Queréis compar o alquilar una casa? ¿Y dónde?
La boda no es un fin en sí mismo. Así viven este momento aquellas novias que se predisponen a esta jornada como si fuese una especie de cuento de hadas. El sí quiero es la puerta de una nueva etapa en la relación. Una etapa en la que habrá muchos momentos buenos, pero también, discusiones de pareja, dificultades, rutina e instantes poco románticos. De hecho, el primer año de matrimonio suele ser difícil porque representa un proceso de adaptación común.