La Navidad es un periodo del año muy intenso a nivel familiar. Las tradiciones de este tiempo que, además, son cada vez menos tradicionales, motivan a unos, mientras que gustan mucho a otros. La Navidad cada vez va teniendo menos de familia y más de consumismo. Las discusiones pueden hacer que un periodo del año bonito, como cualquier otro, se empañe dando lugar a disgustos innecesarios. ¿Cuáles son las causas típicas de las peleas de Navidad? En mobifriends te lo contamos.
6 causas de discusiones en Navidad
1. Planes poco flexibles. Cada persona, dentro de una misma familia, es diferente. Tal vez uno de tus seres queridos sueñe con hacer un viaje en Nochebuena y eso supone que no puede estar sentado en la mesa. ¿Por qué no propiciar que, dentro de una misma familia, cada uno tenga libertad para adaptar su agenda? La libertad aporta bienestar y reduce las tensiones.
2. Sobrecarga de trabajo. Suele existir un desequilibrio en el reparto de tareas de las fiestas de Navidad. Con frecuencia ocurre que una sola persona se encarga de elaborar el menú, decorar la mesa y dar la bienvenida en su casa a las visitas. Esto puede producir cansancio en quien realiza tanto esfuerzo para hacer que otros disfruten. ¡Es conveniente repartir las tareas a través de la colaboración común!
3. Síndrome de la silla vacía. Algunas personas sufren tristeza en Navidad, sin embargo, la tristeza también puede manifestarse a través de la ira y el enfado. Algunas personas están de mal humor en Navidad, pero además, se censuran emocionalmente porque el ambiente navideño envía estímulos de felicidad constante. Es natural sentir el peso de las ausencias en fin de año, sin embargo, si estás pasando por esta etapa intenta conectar con el poder de las presencias.
4. Discusiones económicas. Los gastos de Navidad también pueden dar lugar a cuestiones relacionadas con el dinero y los gastos extra, especialmente, en las relaciones de pareja. Estas discusiones son más frecuentes si ambos no tienen un punto de vista similar sobre cómo celebrar las fiestas.
5. Falta de tiempo para ti. La socialización es la esencia de la Navidad. La agenda de este periodo es totalmente distinta a la de febrero, por ejemplo. Si no tienes espacio para estar a solas contigo mismo es posible que termines saturado de estar con tus seres queridos. Sencillamente, porque las relaciones sociales también producen cansancio.
6. Estar con la familia política. Las parejas deciden con quiénes van a celebrar cada fecha de Navidad. Sin embargo, generalmente, cada persona prefiere estar con su familia directa antes que con su familia política. Este tipo de negociación también puede producir algún desacuerdo.
Cómo prevenir las peleas navideñas
Aquellas personas que viven la Navidad con disgusto, tienen una anticipación negativa de la realidad y pueden caer en el juego psicológico de discutir por discutir. Es decir, contagian al entorno su propia negatividad. En realidad, intenta tomarte la Navidad con sentido del humor, tanto si te encanta este tiempo como si te produce cierta tristeza. Intenta observar la Navidad en su contexto real: es un periodo con principio y final. ¿Por qué hacer entonces un drama?
Intenta observar todo lo positivo de celebrar la Navidad en familia. Los vínculos afectivos se fortalecen al sumar nuevos recuerdos en común, incluso las discusiones pueden tener su parte cómica. Cada familia tiene sus fortalezas y sus peculiaridades. Pero lo más importante es que, más allá de las imperfecciones, esta es tu familia; tu raíz.
Una familia es un sistema. Y aquello que ocurre en el interior de ese sistema afecta a todo el grupo. ¿Qué quiere decir esto? Por ejemplo, si dos familiares no se dirigen la palabra, esta tensión y esta indiferencia perjudica de un modo negativo al entorno directo. Por esta razón, desde tu posición, intenta hacer que las cosas fluyan en Navidad.
Las discusiones familiares en Navidad pueden ser tan negativas que incluso produzcan efectos secundarios a largo plazo. Intenta ser flexible para organizar este periodo del año para adaptarte a las circunstancias incluso aunque rompan en parte tus expectativas previas. De hecho, es mejor que empieces las fiestas sin demasiadas expectativas. Es mejor que dejes de lado el perfeccionismo de la imaginación y abraces la realidad con todo lo que puede ofrecerte.
Piensa que el tiempo que pierdes en discutir o en estar enfadado durante la Navidad afecta a tu salud emocional de un modo negativo. Estar enfadado o no estarlo es una decisión personal. ¿Qué opción te compensa más? La Navidad te ofrece la oportunidad del encuentro intergeneracional con personas de tu familia, personas de distintas edades que tienen un legado de historia común. Y ese pasado también se hace presente en Navidad. Por ejemplo, es muy posible que vuelvan a brotar conversaciones de anécdotas sobre seres queridos ausentes que están ahí, formando parte de una memoria colectiva de amor.
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