Existen muchas personas que han realizado alguna locura de amor en algún momento de su vida. El término locura muestra, precisamente, la valentía de esas personas que se arriesgan al extremo por una historia y siguen los dictados de su corazón. Sin embargo, perder la cabeza por amor no es saludable.
Aunque es imposible tener la objetividad de la situación al cien por cien cuando te has enamorado, en realidad, conviene valorar muy bien las ventajas y los inconvenientes de hacer una demostración de amor exagerada ante una persona que puede que no lo valore tanto como tú esperas o, simplemente, puede que tú mismo te sientas peor después de haberte desnudado hasta el extremo a nivel emocional, cuando con un gesto más pequeño hubieras podido mostrar tu interés por esa persona. El amor es ciego siempre que tú cierras los ojos ante la realidad.
Para hacer balance de un gesto no solo tienes que hacer una valoración a corto plazo sino también, a largo plazo. Las locuras de amor no sólo pueden ser propias de la adolescencia y primeros años de la juventud puesto que cualquier persona puede enamorarse de verdad en cualquier momento de su vida.
Las locuras de amor, como cualquier gesto romántico, pueden tener un final feliz o, por el contrario, triste. Sin embargo, lo bonito de este tipo de gestos es que la persona que lo hace, se da de una forma desinteresada al otro porque solo desea su felicidad. Y desea mostrar con hechos y no con palabras ese amor tan grande.
Una locura de amor es un término muy subjetivo puesto que cada persona entiende por este concepto algo diferente. Las personas tímidas tienen que hacer mucho más esfuerzo para dar un paso de este tipo que aquellas que son aventureras. Pero lo que de verdad importa, es la intención con la que se pretende decir te quiero a otra persona.
Las locuras de amor, son uno de los síntomas del enamoramiento, pueden ser muy bonitas en un primer momento, pero puede que luego te arrepientas de haberlas llevado a cabo. En cualquier caso, piensa que lo verdaderamente importante es ser honesto con uno mismo. Si quieres valorar tu grado de convencimiento con un sentimiento, entonces, puedes darte un tiempo para valorar una idea romántica.
Imagen – Mato Cubillos