Coaching de parejas: El riesgo de dar demasiado

Existe una situación posible en el amor. Una persona puede estar dispuesta a darlo todo por su pareja hasta el punto de desgastarse y de quedarse vacía. Sin embargo, esa misma persona que tiene la generosidad de amar al cien por cien, no se permite pedir o expresar quejas para evitar conflictos de pareja. La evitación de un conflicto muestra un miedo más profundo: el temor al abandono.

Tener una relación de pareja sólida supone entender que el vínculo no se rompe tan fácilmente y que, las diferencias, son una prueba muy positiva para un amor real. Lo importante en una relación es que dos personas se conozcan mutuamente tal y como son. Dar demasiado y no pedir nada solo conduce a la frustración de tener un resentimiento interno hacia el otro.

Detrás de este tipo de actitud, existe el miedo a perder a la persona amada. Y aquel que arrastra miedos e inseguridades internas asume el rol equivocado de ser el responsable absoluto de la felicidad ajena. Por ello, da constantemente con el objetivo de llenar todas sus carencias afectivas y cubrir todas sus necesidades. Poner sobre tu espalda la felicidad de otro te hace llevar una carga demasiado pesada ya que el único bienestar que está en tus manos es el propio. El miedo al abandono puede llevarte a la esclavitud de vivir sometido.

Una relación de pareja no es un espejo en el que únicamente te centras en el reflejo que hay al otro lado. Tú también formas parte de la relación, tú también cuentas y eres importante. Por ello, como una persona digna de ser amada también tienes que defender tus derechos en una relación comunicando de forma asertiva tus sentimientos y pensamientos.

Cuando niegas tu derecho a recibir te comportas como si fueras un cero a la izquierda en la relación o como si el otro fuese mucho más importante que tú. En una pareja sana existe igualdad y equidad en la balanza entre dar y recibir. Además, nadie tiene el don de adivinar los pensamientos ajenos. Por esta razón, es tan importante que te dejes conocer y seas tú mismo.

Demostrar amor a tu pareja es fantástico siempre que tienes claro que tú te mereces lo mismo porque la alegría nace del amor correspondido.

Imagen: Víctor Zegarra