La alegría es un sentimiento que produce un agradable bienestar, un sentimiento que invita a ser compartido. En una relación de pareja, por ejemplo, dos personas que se quieren se sienten más cerca el uno del otro cuando comparten aspectos importantes en común. Y la alegría es uno de esos ingredientes que adquiere un sentido muy especial en el proyecto de vida que ambos protagonizan. La alegría compartida produce una conexión especial.
A lo largo del tiempo, ocurren noticias agradables que aportan la alegre novedad de un día especial. Los detalles más sencillos pueden ser los definitivos en la jornada. Pero es recomendable que una pareja tome las riendas de su relación sin condicionar este estado de ánimo al curso de los acontecimientos externos.
De este modo, una pareja se convierte en creadora de instantes alegres a partir de su propia iniciativa. ¿Cómo potenciar la alegría compartida en la relación de pareja?
1. Dedica más tiempo a charlar sobre cuestiones amables
Un posible error en cualquier tipo de relación es magnificar las quejas hasta el punto de que esta forma de negatividad llegue a ocupar la mayor parte del tiempo. Quizá hoy sea un buen momento para empezar a cultivar la alegría a partir de la semilla de la palabra para poner más atención a aspectos amables.
La conversación en torno a esas cuestiones alegres no solo puede vincularse directamente con el presente, en relación con aquello que sucede aquí y ahora, sino que también es posible actualizar recuerdos del ayer que traen a la actualidad la agradable sensación de aquellos días felices.
En función de dónde pones el foco de atención, estás condicionando tu percepción de la realidad. Eso no significa que no existan preocupaciones, incertidumbres y miedos. Pero intenta que esta información no eclipse otras ilusiones.
2. La alegría está vinculada a la esperanza
No solo encontrarás el sentido de esta alegría en asuntos de presente o en anécdotas ya vividas, sino que la esperanza es esa ventana de lo posible que conduce a un futuro lleno de oportunidades.
La esperanza no implica que todo aquello que uno desea vaya a hacerse realidad, pero observar esas expectativas como posibles es el primer paso para intentarlo.
Por ello, para potenciar la alegría compartida en la relación de pareja también es positivo reflexionar sobre las metas comunes para sentir la motivación de alcanzarlas.
Las frases de amor y esperanza no solo se expresan con palabras, también se demuestran con hechos.
3. Pequeñas sorpresas
La sorpresa une a dos personas en torno a un detalle especial. Así ocurre cuando alguien dedica un tiempo a imaginar cómo desea sorprender a su pareja en su cumpleaños o en cualquier día de la semana.
Y, poco después, el protagonista de este momento siente el amor expresado en un detalle emocional. Un ramo de flores, por ejemplo, aporta luz al salón y refuerza la alegría compartida en una estancia en la que la pareja comparte tantos instantes cotidianos pero realmente significativos.
Pequeñas sorpresas que trascienden al ámbito material. Por ejemplo, una carta romántica.
4. Comunicación con amigos y familia
La alegría de una pareja se multiplica cuando además de los propios instantes de felicidad, ambos también enriquecen este universo vital con la referencia cercana de otras historias especiales.
Amistades compartidas por ambos, pero también, en otros casos, vínculos que cada uno construye a nivel individual. La pareja siente la compañía de quienes aportan un significado muy importante a sus vidas.
Amigos que, en algunos casos, son incondicionales.
5. Perdón y reconciliación
La realidad de una historia de amor es diferente al guion de una comedia romántica en donde el final feliz parece no dejar ningún espacio los desencuentros. En la vida real, estos desencuentros surgen en múltiples formas. Por ejemplo, silencios que expresan enfados, discusiones, crisis de pareja, crisis personales que afectan al propio vínculo…
El perdón devuelve la alegría al corazón de quienes consiguen pasar página de aquello que empañó esta felicidad compartida para seguir construyendo esta historia desde el presente. Eso no significa que perdonar siempre sea fácil, pero los efectos de no hacerlo pueden llegar a ser todavía más complejos.
¿Cómo potenciar la alegría compartida en la relación de pareja? Cuidando el vínculo en el momento más importante: el presente. De lo contrario, cuando pospones esta atención a la relación por considerar que otras cuestiones son más urgentes, o es tu pareja quien piensa de este modo, tal vez llegue un punto en el que lleguéis a la conclusión de que os habéis convertido en dos extraños.
A la alegría de buscar pareja y encontrar el amor, le sucede el compromiso posterior de la implicación mutua en la vivencia de un vínculo tan importante. Conviene aclarar que alimentar la alegría en la relación de pareja, en cualquier etapa, no es solo cuestión de sentimiento, sino también de voluntad.