En este artículo me gustaría hablar del sentimiento del amor en general, no del hecho de tener o no pareja. De esa sensación de sentirte amado por la vida que te recuerda que cuando tú estás bien, todo está bien. Y el ritmo de vida moderno, marcado por la prisa, no marca en muchos casos un contexto de bienestar e inteligencia emocional para vivir con tranquilidad y conciencia del ahora. Perdemos mucho tiempo anticipándonos a la realidad.
Y también, envueltos en historias del pasado que perduran en el recuerdo desde una reinterpretación subjetiva. El amor es un bien que puedes atraer a tu vida. Cuando eso ocurra, sentirás que tu mundo gira en armonía porque tú eres el eje central del mismo.
Las noticias tristes de la prensa, las decepciones personales, las dificultades de la conciliación laboral son factores que influyen en tu estado de ánimo. Es decir, estamos expuestos a ruidos constantes a nivel interno: miedos, pensamiento negativo y dudas frecuentes. La tristeza por desamor duele pero este sentimiento tiene muchos matices.
Cómo atraer el amor a tu vida
1. Este instante importa. Tanto como para dedicarle toda tu atención en tu mente y corazón. Abraza el ahora.
2. Busca cada día media hora para estar a solas. Cada día tiene 24 horas. ¿Y no tienes hueco para dedicarte solo media hora al día cuando tú eres la persona más importante de tu mundo? Encontrar un espacio propio te ayudará a mejorar el vínculo que tienes contigo al igual que mantienes contacto con amigos y familiares.
3. Seguramente, en tu día a día, no hagas inventario de los bienes que están ahí y que no debes dar por supuesto: el aire que respiras, la luz del sol iluminando tu vida, el paisaje que evoluciona al compás de las estaciones, el cielo estrellado… Te animo a escribir tu propia lista de regalos existenciales. Este ejercicio de coaching te ayudará a vivir apreciando todo lo que te rodea, los regalos de la existencia, envueltos por el misterio.
4. Busca, conviértete en un explorador de experiencias positivas. Para que en tu vida encuentres situaciones que sean un punto y un después en positivo para ti. Por ejemplo, muchas personas consideran que una experiencia de solidaridad ha aportado a su vida un nuevo sentido. Para otras personas, la meditación es la clave de una existencia completa. Cada persona tiene su propia fórmula. ¡Encuentra la tuya!
5. Imprime letras de canciones que te gustan por su mensaje vital y entusiasta y lee en voz alta esta letra de un modo frecuente. Leer en voz alta es un ejercicio sencillo para interiorizar ideas de amor propio. La canción «Vivir mi vida» de Marc Anthony, «La vida empieza hoy» de Sergio Dalma, «Hoy puede ser un gran día» de Joan Manuel Serrat son algunas propuestas.
6. El dinero importa pero no es lo más importante. Es decir, la felicidad no reside en el consumo material sino en el fomento de la interioridad. Es decir, invierte en experiencias que te hacen sentir bien.
7. Tu autoestima se fortalece cuando buscas la coherencia entre pensamientos y acciones. Cuando caminas en una misma dirección a nivel teórico y práctico.
8. Aspira a sentir la amistad en letras mayúsculas, un sentimiento profundo en el que te implicas como lo que eres: un héroe de la vida.
9. La vida te regala sorpresas inolvidables. Pero la felicidad de estos momentos perdura cuando recuerdas una y otra vez lo vivido desde la experiencia gozosa de recrearte en los detalles.
10. Baila. Te sentirás mejor. Ríe. Verás todo con otro color. Sueña. Como cuando eras un niño. Una de las frases de amor de Chavela Vargas es «Nadie muere de amor. Ni por falta, ni por sobra». Pero la realidad es que la carencia sí produce sufrimiento.
El deseo de amar y ser amado con el corazón
Este deseo es uno de los más importanes de la vida. Y sin embargo, no debe confundirse esta necesidad de autoestima con el hecho de estar en pareja ya que muchas personas viven una soledad existencial incluso estando enamoradas. Como seres humanos podemos experimentar un vacío existencial, una situación en la que sentimos que lo tenemos todo para ser felices y, sin embargo, nos falta algo. Pon en práctica gestos de amistad, comenzando contigo mismo.