Todos hemos sufrido decepciones y heridas que nos han robado algo de inocencia. Sin duda, los niños son todo un ejemplo de inteligencia emocional porque se reconcilian con total naturalidad después de haber discutido por un tema sin importancia. Los niños están libres del orgullo que con frecuencia contamina las relaciones de los adultos. ¿Cómo abrir el corazón sin miedo a ser herido?
1. En primer lugar, conviene recordar que es más importante la forma en la que vives algo que la realidad en sí misma. Mira a tu alrededor para observar cómo existen personas que se levantan con más fuerza después de una caída. Anímate a emular los pasos de esos héroes anónimos que llenan el mundo de fuerza y de luz.