Toda historia de amor comienza por una primera cita. Sin embargo, es posible que existan historias que quedaron pendientes de escribir porque los protagonistas no se dieron la oportunidad de un segundo encuentro. A veces, las conclusiones de una primera cita resultan repentinas, precipitadas y superficiales al no conocer de verdad a la otra persona.
Evidentemente, existen casos en los que tienes tan claro que no deseas tener una segunda cita, que debes escuchar ese sentimiento. Sin embargo, también puede ocurrir que tengas dudas sobre ello, tal vez no estés seguro de lo que deseas. ¿Por qué es positivo darte la oportunidad de concretar una segunda cita en ese caso?
1. Tener más información
En una primera cita tuviste muy poco tiempo para obtener una visión real sobre los intereses, aficiones y demás detalles de la otra persona. Al compartir un segundo encuentro puedes tener más tiempo para hacerle preguntas e intercambiar conversación. Sigue siendo muy pronto para hacer preguntas demasiado personales, sin embargo, sí puedes profundizar en su modo de ser.