La Navidad puede plantear un conflicto que va más allá del propio gusto personal por este periodo del año. No es fácil conciliar expectativas cuando a ti te encanta este periodo y te dejas seducir por cada detalle típico, mientras que tu pareja desea tachar la Navidad del calendario (o a la inversa). El riesgo de esta incompatibilidad es que aquellas personas que detestan la Navidad pueden contagiar al entorno con esta actitud derrotista y de queja constante.
A su vez, aquellas personas que idealizan la Navidad pueden producir el efecto contrario al deseado al observar el cuento de fin de año en términos de color de rosa. Si a ti te gusta la Navidad, pero tu pareja la detesta (o la situación ocurre al revés), entonces, intenta encontrar vuestra propia fórmula para superar estas diferencias por medio de la negociación constante. Por ejemplo, podéis concretar cinco acuerdos para disfrutar juntos de la Navidad mientras cada uno tiene la libertad de sentirlas desde su propia perspectiva pero sin condicionar al otro.
No reproches constantemente a tu pareja su actitud ante la Navidad ya que por medio de la queja refuerzas esa actitud que no te gusta. En realidad, intenta aislarte mentalmente de esa energía negativa para vivir el presente. De este modo, a través de tu propio ejemplo, tal vez generes una influencia optimista en su ánimo ya que nada educa tanto como el propio ejemplo para ser feliz en Navidad.
6 soluciones prácticas para reforzar la convivencia
1. Busca otros temas de conversación. Los preparativos de la cena de Nochebuena, los planes típicamente navideños y la compra de los regalos suelen monopolizar los temas de conversación durante estas fechas. Intenta buscar propuestas alternativas, conversaciones diferentes a las de siempre, para compartir tiempo con tu pareja sin que la Navidad os distancie.