La primera cita produce muchas expectación. Los protagonistas suelen estar nerviosos pensando en qué temas tratar durante el encuentro, temen quedarse sin conversación y que el diálogo no fluya. Sin embargo, suele existir un error habitual. Recuerda que tu expresión va más allá de las palabras, tú también hablas de ti mismo a través del lenguaje de tu cuerpo que te acompaña allí donde vas.
Un lenguaje visible que en una primera cita tiene especial protagonismo puesto que una primera impresión tal vez no sea determinante, sin embargo, sí es muy influyente. El nerviosismo habitual de la primera cita también puede hacerte sentir más inquieto. Y cuando estás nervioso este nerviosismo se percibe especialmente en el cuerpo.
Sin embargo, aunque tú te sientas inquieto, es muy posible que el otro no lo note. O, también, es muy posible que se sienta igual que tú porque también quiere causarte una buena impresión. ¡Relativiza la situación y no dramatices! A continuación, te damos tips para la primera cita.