
Existe una situación incómoda que produce mucho estrés a las parejas: romper antes de la boda. Sin embargo, a veces, conforme se acerca la fecha del evento, uno de los dos comienza a experimentar malestar por una decisión que observa como equivocada. Es decir, tiene claro que no desea seguir adelante con esa boda, sin embargo, la idea de cancelar la fecha, con todo lo que eso implica, también puede producir una fuente de estrés inagotable.
Lo primero que conviene pensar en este tipo de situación es que es mejor romper antes de la boda que después. Incluso aunque con ello puedas sentir que rompes con las expectativas de tu familia. Anular la boda es un gesto de responsabilidad contigo mismo en esta circunstancia.
Cuanto antes afrontes ese momento incómodo de cancelar la boda, antes podrás cerrar página de este capítulo de tu vida. Pero no te limites a cerrar el capítulo. Aprende también de lo ocurrido. Porque esta situación es un ejemplo de cómo tú mismo has propiciado un hecho del que después te has arrepentido. Es decir, solo se concreta una fecha de boda cuando existe disposición por ambas partes.
5 consejos para romper antes de la boda
1. Habla con tu pareja. Debes mantener una conversación privada antes de comunicar la noticia a todos los invitados. Esta situación puede ser incómoda y dolorosa, pero resulta inevitable.
Existe una actitud que muestra la contradicción del amor. Una persona puede no sentirse feliz en su relación de pareja, y sin embargo, seguir ahí estancada en la rutina. Una rutina que incluso puede prolongarse durante años.
Los celos son una experiencia que produce mucho sufrimiento a las parejas. Uno de los puntos débiles del celoso es que la cuesta hacer autocrítica. Es decir, tiende a culpar a su pareja, observando actitudes sospechosas de deslealtad. Cuando en realidad, el motivo del sufrimiento reside en la forma de interpretar la realidad desde una baja autoestima. Las emociones son una fuente de información constante sobre ti mismo.
