El miedo es uno de los sentimientos más universales, sin embargo, cada ser humano, a partir de sus propias circunstancias, puede tener unos temores más reforzados que otros. Algunos solteros que sufren por su soledad, alimentan todavía más este sentimiento a partir del miedo de no sentirse amados. Sufren tanto por tal motivo que la amistad no consigue llenar las carencias que deja un amor idealizado. Y es que, aquellos solteros que sufren por la soledad, se sienten así, principalmente, porque observan la felicidad de las parejas como una eterna luna de miel. Y esta mentalidad es el principal foco de frustración. Recuerda que ser soltero a los 35 años es una expresión mal utilizada. Estás sin pareja pero la soltería no forma parte de tu identidad. Es decir, no eres sino que estás.
Los solteros que sufren por no tener pareja son aquellos que visualizan su futuro con auténtica angustia. Les preocupa, especialmente, la vejez. Al margen de cuáles sean tus circunstancias, preocúpate menos de tu futuro y más de tu presente. Cuando nos posicionamos en el un hipotético mañana podemos experimentar ansiedad porque el porvenir está fuera de nuestro campo de actuación. Y desde el miedo, corremos el riesgo de imaginar los peores fantasmas. Por ejemplo, para un soltero que sufre por la soledad no hay peor fantasma que la vejez solitaria. Sin embargo, tener pareja hoy no te garantiza tenerla a los setenta años. Muchas personas quedan viudas antes de esa edad.
Cuáles son los miedos de los solteros
Algunas personas sufren por la soltería porque se sienten como si estuviesen perdiendo una parte muy importante de su vida, por no tener un amor estable. Si estás pasando por una situación de este tipo, habla con personas de tu entorno que estén en pareja. Es probable que te muestren una visión menos idílica de la que tú tienes, especialmente, si son parejas que ya han entrado en la rutina.
Y a veces, este miedo a la soledad que sufren algunos solteros también está vinculado con el temor a qué dirán los demás. El soltero puede sentirse especialmente incómodo ante preguntas personales porque alguien que no lleva con naturalidad su propia soltería proyecta cierta tensión en estos temas de conversación. Si no tienes pareja, disfruta del placer que tiene la autoestima en la amistad.
Nadie tiene una vida perfecta. Aquel que tiene un amor de película, es probable que tenga otra carencia importante. Quien no tiene pareja, es muy probable que tenga otro ámbito de su vida en el que se siente plenamente feliz. Por tanto, no observes tu realidad como compartimentos estanco. El plano sentimental no es una totalidad de tu propia historia. Si sufres por la soltería vivida como soledad es porque estás convirtiendo esta soledad en un todo. Pero tu vida es mucho más.
El miedo de los solteros que viven un alto grado de soledad es posicionarse en un rol de inferioridad respecto de su grupo de amigos. Y esto produce complejos innecesarios. En algunos casos, el soltero puede llegar a alegrarse incluso cuando sabe que alguien del entorno ha roto con su pareja o se ha divorciado.
Cómo superar los miedos si estás soltero
Es cierto que en una sociedad que envía mensajes constantes de felicidad como sinónimo de pareja, tienes que ser fuerte para no dejarte condicionar por estos estereotipos. La vida sería muy aburrida desde una perspectiva determinista. Afortunadamente, cada persona tiene su camino. La soltería no es una enfermedad, sin embargo, aquellos hombres solteros que sufren por su soledad pueden llegar a enfermar de tristeza a nivel emocional.
Si ahora mismo tuvieses pareja habría algunas cosas que cambiarían en tu vida. Pero otras muchas, no. Intenta fijarte en aquello que no cambiaría para vivir la estabilidad de una vida que tiene mucho que ofrecerte, y a la que tienes mucho que ofrecer, como protagonista de la historia de amor más bonita que vas a vivir: tu propia existencia.
Pon en práctica el mensaje de Mario Benedetti: «Ponte guapa/o para ti, sonríe para ti, haz planes para ti, sé feliz para ti». Arréglate hoy con tanta ilusión como si tuvieses una cita romántica con el amor de tu vida. Mírate al espejo y en el reflejo verás a ese gran amor.