¿Cuánta química hay en el amor? El amor no sólo es emoción y espiritualidad, es decir, también es importante la química, o lo que es lo mismo, la atracción física. Sin embargo, existen muchos casos que muestran que dicha atracción física no es inmediata, y primero surge la compatibilidad emocional. Así se muestra en los casos de amigos que se enamoran después de un tiempo de compartir amistad.
La verdadera belleza está en el interior, por ello, cuando conoces a alguien que a nivel interno te parece perfecto, es normal que a nivel externo, también te parezca más interesante, te guste más que antes y te atraiga. Por ello, cuando conoces a alguien, en vez de dejarte llevar por los prejuicios, lo interesante es dar una oportunidad a la otra persona porque puede que te sorprenda y termines enamorado de quien menos esperabas.
En el amor hay química, hay atracción, y negar lo evidente es olvidar que dicha atracción es la que diferencia una relación de amor, de una relación entre amigos. La atracción física se refleja en la tensión corporal que sientes al tener frente a ti a una persona que no te deje indiferente, en la incapacidad para dejar de mirar a quien te gusta, en el deseo de besarle… Dicha química, evidentemente, es más fuerte y más intensa al inicio de la relación cuando el deseo es muy potente.
En cambio, conforme avanza la historia, crece la atracción emocional entre los dos, el cariño, la complicidad y la comprensión… El paso de los años hace que la apariencia física no sea tan perfecta como a los veinte años, en cambio, a nivel emocional, una persona madura es mucho más interesante, tiene más experiencia, más vida y más opciones de ser plenamente feliz que alguien a quien todavía le queda mucho por vivir. La experiencia es un grado.
En el amor hay química, por ello, surgen las mariposas en el estómago, los nervios constantes ante el deseo de volver a verle, el nudo en la garganta que te quita las ganas de comer, el insomnio… El amor se muestra a nivel físico a través de síntomas que son tan intensos que incluso, interfieren en el nivel de concentración intelectual. Alguien que se enamora de repente, tiene dificultades para concentrarse de verdad en su trabajo.
En el amor hay mucha química, por ello, es un error empeñarte en estar con alguien que en realidad, no te gusta a nivel físico por mucho que te encante como persona. De hecho, debes disfrutar todo lo que puedas de la atracción física.
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Imagen: El vaso de Mónica