Una historia de amor evoluciona con los años y, en esta transformación también hace acto de presencia la costumbre. Sin embargo, existen distintas interpretaciones de la palabra rutina. Existe una costumbre positiva que crea un arraigo. Así ocurre cuando una pareja de enamorados comparte momentos en común que añaden significado a su relación.
Pero existe una costumbre que también implica un guion previsible en el que los enamorados parecen estar inmersos en una dinámica en la que no hay espacio para la sorpresa. El amor y la costumbre son dos ingredientes que pueden darse unidos. Sin embargo, si una relación solo se basa en la costumbre, entonces, se distancia del deseo.
¿Cómo diferenciar estos conceptos en la práctica? En el blog de mobifriends compartimos algunas ideas.
1. Implicación y compromiso
Cuando una historia se basa en el amor, tienes un elevado nivel de motivación interna para descubrir los nuevos capítulos de ese romance. Por el contrario, cuando la costumbre es más relevante que el enamoramiento, caes en el efecto del aburrimiento.
Empiezas a imaginar un proyecto de vida distinto, te distancias afectivamente de tu realidad actual. En lugar de implicarte, buscas excusas para compartir menos tiempo con tu pareja.
2. Cómo diferenciar entre la comodidad y la felicidad
Una persona puede sentirse aparentemente cómoda en una relación de pareja, ya que conoce esa rutina de memoria. La idea de romper con esa costumbre supone el esfuerzo añadido ir más allá de la zona de confort. Y los nuevos comienzos también suponen un desafío. Sin embargo, que una persona se haya acomodado a una forma de vida, no significa que le haga feliz.
Esta reflexión puede ayudarte a diferenciar entre ambos conceptos. Cuando vives una historia de amor plena, te sientes cómodo en esa historia y, además, estás ilusionado. Por el contrario, cuando la relación ha derivado en la costumbre, tal vez te hayas acomodado a esa monotonía, pero en tu interior anhelas una realidad distinta.
¿Tu día a día está alineado con aquello que verdaderamente deseas vivir? Entonces, disfruta de este momento de amor correspondido. ¿O por el contrario existe una ruptura de expectativas entre la situación presente y el escenario deseado? Escucha los síntomas de la costumbre.
3. La relación ha evolucionado o, por el contrario, se ha estancado
El amor se consolida con el tiempo. Del mismo modo, la costumbre es la consecuencia del paso de los meses y los años. En cualquier caso, la perspectiva actual te permite poner en su contexto todo lo vivido hasta el momento. Si la historia ha evolucionado positivamente, la felicidad destaca en esta balanza.
Por el contrario, si hace tiempo que estás estancado, hay algo que debe cambiar. Pero que una relación haya caído en el efecto de la costumbre no significa que haya llegado a su final definitivo. Tal vez solo se trate de una crisis o todavía exista una nueva oportunidad para quienes desean luchar por esa historia en común.
4. Razones para seguir juntos
Imagina que un buen amigo te pregunta en este momento, cuál es el secreto de tu relación para seguir juntos ahora. ¿Qué le responderías a esa persona con la que tienes tanta confianza?
Los argumentos y razones expuestas en esta conversación pueden darte la clave para diferenciar entre amor y costumbre. Si eres sincero contigo mismo en esta respuesta, es probable que tu discurso describa una realidad concreta de forma nítida. Un amor basado en la costumbre es aquel que justifica su continuidad haciendo alusión a lo vivido en el pasado.
Es como si el ayer fuese razón suficiente para continuar con esa realidad. Por el contrario, una historia basada en el amor conecta especialmente con este camino. Y mira con optimismo hacia el futuro, ya que ese es el espacio de tiempo en el que quedan tantas sorpresas por desvelar.
5. Presencia o ausencia
Cuando una persona ama de verdad a su pareja, expresa sentimientos conscientes. Por ejemplo, verbaliza un «te quiero» que es verdadero. Por el contrario, cuando esta afirmación surge en el ámbito de una historia basada en la costumbre, la forma de expresar esas palabras es el reflejo de la rutina. Es como si el sujeto pronunciase ese verbo de forma automática y con prisa.
Cuando una persona ama, está presente en la relación. Por el contrario, cuando la costumbre apaga el sentimiento, el corazón se distancia de una historia con la que no se identifica. Y las frases bonitas de amor pronunciadas, pero no sentidas del mismo modo, reflejan este desencanto.
Existen distintas preguntas que una persona puede hacerse en algún momento para profundizar en su relación. La reflexión en torno a las diferencias que existen entre amor y costumbre es de vital importancia para identificar las características de cada realidad.
¿Cuáles crees que son las claves más relevantes para diferenciar el amor y la costumbre? Despedimos este artículo con un mensaje a modo de síntesis: el verdadero amor es mucho más que rutina, aunque también tiene dosis de monotonía.
Cuando una persona no está en el lugar que verdaderamente desea, sueña con buscar pareja, quiere conocer a alguien diferente para compartir un proyecto en común. O, también, anhela la soledad.