Tal vez en alguna ocasión en tu vida, te enamoraste de otra persona que en un principio no era un objetivo sencillo de alcanzar (pero al igual que tú tampoco lo eres). Mientras tú creías en tus posibilidades, seguro que tuviste que escuchar en más de una ocasión, “ten cuidado que vas a sufrir”, “estás jugando con fuego”, “esa persona no te conviene”…
Es como si en cierto modo, ante el temor que otras personas tienen de verte sufrir te cerrasen puertas antes de tiempo a través de lo que en inteligencia emocional se llama pensamiento negativo. A mí me gustaría dar la vuelta a este tipo de recomendaciones.