A veces, el amor produce mucho sufrimiento. Sin embargo, es importante comprender que la obsesión no es enamoramiento, incluso aunque en algún momento, lo parezca. Si estás sufriendo hasta el extremo por los pensamientos habituales hacia otra persona, cuyo pensamiento irrumpe en tu vida de un modo casi enfermizo, entonces, estás en el límite de una obsesión.
Síntomas de la obsesión amorosa
Cuando estás obsesionado con otra persona sientes como una adicción que necesitas ver a la otra persona para seguir respirando. Sientes que toda tu vida gira en torno a ese núcleo vital. Vives esta historia con una intensidad desmedida. Desmedida porque te mueves entre los opuestos habituales de blanco o negro.
Te has obsesionado con otra persona si crees que no puedes olvidarle. Este es un pensamiento habitual de quien se encuentra en este punto. Sin embargo, recuerda que tú siempre eres libre de mente y corazón para pasar página respecto de una historia, por difícil que parezca en un primer momento. En muchos casos, las parejas infelices lo son por este motivo.