El deseo de conocer gente nueva puede quedar condicionado por el efecto de las expectativas rotas. Así ocurre cuando la ilusión previa a un amor o una amistad dan lugar a un desencanto.
Uno de los errores habituales en las relaciones personales es depositar grandes esperanzas en el otro, incluso antes de conocerle realmente. Existe un dolor inevitable que se produce cuando una historia llega a su fin y el protagonista necesita superar el proceso de duelo.
Pero, en otras ocasiones, existe un sufrimiento que va más allá de ese momento final: el protagonista se protege del dolor de nuevas heridas y se relaciona desde la desconfianza con los demás. ¿Cómo mantener la ilusión para conocer gente nueva tras vivir varias decepciones? En el blog de mobifriends reflexionamos sobre este tema.