Las relaciones humanas no suelen ser tan complejas como la mayoría piensa, y tanto en una relación de pareja, como de amistad o familiar, existen ciertos patrones que se repiten en cuanto a los motivos por los cuales nos sentimos más o menos a gusto con determinadas personas. Ellos son:
Atracción Física
Si bien en las relaciones humanas no debería importar el aspecto físico, sino el interior de las personas, no hay que negar que aquellos beneficiados por la belleza física, resultan más atractivos, son más observados, más deseados y hasta más considerados por el resto de las personas. Algo que puede resultar no demasiado simpático, pero que lamentablemente muchas veces y en determinados ámbitos es real.
Reciprocidad
Todos tendemos a sentirnos atraídos por aquellas personas a las cuales les agradamos. Además es cierto que a aquellas personas que son consideradas atractivas, tienen mayor facilidad para relacionarse, conocer gente nueva, buscar pareja y conocer amigos.
Similitud
Las personas con las cuales formamos pareja o son nuestros amigos, comparten con nosotros determinadas similitudes tales como ideología, forma de ser y de pensar, aficiones, edad, nivel socioeconómico, trabajo, etc. y estamos más predispuestos a continuar y cultivar una relación con aquellas personas con las cuales compartimos similitudes.
Nos gusta estar en compañía de aquellas personas que nos halagan o con las cuales compartimos determinados códigos de conducta, porque de esta manera, nos sentimos apoyados en nuestras decisiones y acciones y de esta manera nos hace sentir bien también con nosotros mismos.
Proximidad
Somos más proclives a relacionarnos con aquellas personas a las que vemos más seguido dada la proximidad o los kilómetros de distancia que nos separa. Esto no quiere decir que no podamos tener amigos a la distancia o que vivan en otras ciudades o países, pero lo cierto es que las relaciones se vuelven más cercanas con aquellos con los cuales podemos compartir mayor cantidad de tiempo juntos.
Además está comprobado que desarrollamos un pensamiento positivo hacia aquellas personas que sabemos que vamos a volver a ver con frecuencia y hasta estamos más receptivos a que nos gusten.
Otras características personales tales como el humor, la amabilidad, el carácter, la forma de expresarse, la inteligencia, pueden determinar que nos sintamos más atraídos por esa persona en particular.
Y a ti, ¿qué te atrae del otro?
Imagen de unite tomada de Flickr