Solucionar un problema tras una discusión de pareja es un objetivo que depende principalmente de la comunicación. Existen hábitos positivos en este contexto que pueden ser muy valiosos para mantener un diálogo constructivo. En primer lugar, conviene buscar un lugar para charlar que sea distinto del hogar. Aunque la casa es el espacio de intimidad de cualquier pareja, cambiar de entorno para mantener una conversación díficl también puede ayduar a marcar una distancia, cambiar la perspectiva y volver a casa con otro punto de vista.
Es posible quedar con la pareja y programar una cita para charlar en una cafetería tranquila o dar un paseo por una zona verde de la ciudad. ¿Es posible evitar las discusiones de pareja? No, sin embargo, sí es muy recomendable adoptar una actitud asertiva para afrontar el conflicto manteniendo una disposición de ayuda mutua. Un mecanismo de defensa frecuente en una discusión es ponerse a la defensiva: ¿Pero qué sentido tiene adoptar esta actitud cuando el amor es el principal motivo de confianza que debe existir entre dos personas?
Conviene analizar cada motivo de discusión en su contexto oportuno. En ocasiones, las peleas de pareja se agravan porque el motivo de conflicto se saca de contexto y se pone en relación con asuntos del pasado. Cuando las parejas actuan de este modo terminan enredadas en un círculo de negatividad del que cuesta salir. Es mejor solucionar los problemas uno a uno.
En relación con la actitud, es gratificante mantener una actitud flexible y no adoptar el rol de tener la razón absoluta. Desde esta posición se rompe cualquier opción de diálogo libre. Puesto que una actitud autoritaria puede derivar en la sumisión por parte del otro. Si de verdad quieres mantener conversaciones constructivas con tu pareja debes darte la oportunidad a ti mismo de cambiar de opinión tras la charla. En caso contrario, las parejas comparten monólogos. Confía en el efecto terapéutico de las frases de amor para calmar la ira.
También es importante tener paciencia con uno mismo y con la pareja ya que cuando dos personas discuten no observan la realidad del mismo modo que cuando se sienten tranquilas y relajadas. Pon en práctica las virtudes para mejorar la comunicación de pareja: la paciencia, el respeto, la escucha activa y la generosidad emocional son algunas de las más importantes.
A partir de la propia experiencia, es positivo aprender a ser más responsable con las palabras. Cualquier persona ha podido decir en una discusión algo de lo que luego se arrepiente. Sin embargo, es un signo de inteligencia emocional aprender a pensar antes de hablar también en una discusión.