El corazón humano es muy complejo pero en última instancia, más allá de las diferencias, todas las personas tenemos puntos en común que propician la empatía. Existen sentimientos universales del corazón que mueven el alma desde el principio de los tiempos. ¿Cuáles son estos sentimientos compartidos?
1. En primer lugar, existe un miedo que surge en ciertos momentos en lo más hondo del corazón y que es poco agradable. El miedo a la soledad profunda, desde el punto de vista existencial, es un temor que ha experimentado todo ser humano en algún momento de su vida. Este miedo muestra la necesidad de contacto que tenemos comos seres sociales que nos reconocemos en el amigo como en un espejo. El miedo a la soledad es un temor humano, el problema surge cuando se produce con tanta frecuencia que te bloqueas.
2. La tristeza es un sentimiento universal del corazón. La tristeza brota ante algo que se vive como una pérdida. Puede ser una despedida personal, una ruptura de pareja, un despido laboral, un cambio de ciudad, una añoranza del pasado… Pese a que estamos en una sociedad en la que se exalta mucho el valor del pensamiento positivo, es conveniente recordar que sentir tristeza es algo normal y sano cuando existe una causa lógica.
3. La alegría es otro sentimiento universal. Cualquier persona se alegra ante el amor correspondido, ante las alegrías del amigo, ante una buena noticia, en una buena racha laboral, ante una sorpresa inesperada… Existe un tip de autoayuda eficaz para vivir mejor y estar más contento. Dedica más tiempo en tus conversaciones con los demás a hablar de tus alegrías en lugar de hablar de tus tristezas.
4. La ira es un sentimiento totalmente natural que surge cuando una persona se siente herida por una ofensa o por una situación que considera injusta. Busca fórmulas efectivas para canalizar la ira, por ejemplo, el deporte, la comunicación asertiva, los ejercicios de relajación…
5. El miedo está ahí, marcándote el camino de la prudencia pero también, puede frenar todo tu potencial. El miedo, como todo en la vida, es efectivo cuando se produce en su dosis justa.
Foto – Yo Farma