El amor verdadero existe pese a que, no lo vamos a negar, parece que cada vez es más difícil creer en la posibilidad de que el sentimiento sea eterno. En la actualidad, impera la ley de «vive el momento» en un intento por sentir el sabor del «carpe diem» tan propio de la filosofía epicúrea.
Sin embargo, el modo de vida actual no siempre produce felicidad en el ser humano puesto que superar una ruptura implica más dolor del que a veces pensamos. Hoy me gustaría hablar del amor desde una perspectiva optimista y esperanzadora como siempre intento hacer en cada uno de mis artículos.El amor implica un cuidado constante, capacidad por soprender a otra persona, sinceridad con uno mismo y con el otro… El otoño es una época nostálgica puesto que en cierto modo muestra el sabor de la pérdida del mismo modo que la primavera significa el renacer de la vida. En otoño caen las hojas de forma instantánea del mismo modo, que el ser humano va perdiendo amigos, amor o incluso a sí mismo si no aprende a vivir en contacto con lo esencial.
Existen diferentes opciones para sorprender a la pareja durante el otoño. Yo hoy os propongo un viaje, aunque sea con la imaginación, a la ciudad del amor: París. Sin duda, el encanto de la capital francesa es extremo. En París es posible disfrutar del encanto de Los Campos Elíseos un lugar mítico también para el ciclismo español puesto que Miguel Induráin dejó su huella durante cinco años.
Igual que lo hicieron en otras ocasiones otros deportistas de nuestro país, como por ejemplo, Alberto Contador que actualmente no atraviesa su mejor momento como consecuencia de una posible acusación de dopaje.
El Sagrado Corazón también es un lugar especialmente recomendable para visitar en pareja puesto que su majestuosidad aumenta por la noche igual que la Torre Eiffel. El símbolo por excelencia de los enamorados que tiene una magia especial durante el otoño cuando todavía las temperaturas invitan a dar un paseo en la oscuridad de la noche.
Notre Dame también es otro de los lugares más majestuosos que inundan de belleza el horizonte parisino cerca de las aguas del río Sena. Sin duda, París es la ciudad perfecta incluso para vivir durante un tiempo en una ciudad abierta a la cultura.
Estamos en un momento de crisis económica por lo que muchas familias tienen apuros económicos para llegar a fin de mes. Por tanto, no todo el mundo puede permitirse el capricho de un viaje a París durante un fin de semana, sin embargo, sí que es fácil hacer una escapada romántica a un lugar cercano al domicilio habitual o incluso, disfrutar de cada rincón que ofrece la propia ciudad.
Sin duda, París es también el destino perfecto para el viaje más importante que realiza una pareja tras la boda: La Luna de Miel.
Foto vía: El blog del viajero