El perfeccionismo produce efectos negativos no solo en el ámbito profesional, sino también en la vida personal. Quien desea buscar pareja y enamorarse, por ejemplo, vive este proceso desde la expectativa de un ideal que es difícil de encontrar en la realidad. Los seres humanos tenemos defectos. Cada persona, más allá de sus virtudes y cualidades valiosas, también tiene defectos.
Manías que pueden llegar a arruinar la ilusión de aquel que cambia su percepción de ese alguien especial que despertó su interés. El perfeccionismo produce sufrimiento. Y, además, a veces se produce la paradoja de que este comportamiento se mantiene en el tiempo porque la persona no es consciente de que este hecho, en realidad, no es una virtud aunque el perfeccionista sí quiere crecer y evolucionar a nivel interno.
Sin embargo, este deseo de tenerlo todo bajo control no le permite fluir verdaderamente. ¿Tu relación de pareja funciona? Si ambos sois compatibles, no lo seréis por esta cuestión. Ya que, de hecho, una pareja formada por dos enamorados muy perfeccionistas puede suponer una verdadera dificultad.
Dificultad para fluir con el presente de la relación
Experimenta incomodidad cuando algo rompe con el esquema que había visualizado previamente. Tanto al buscar pareja, como al enamorarte o en el noviazgo, la realidad trasciende a tu propia expectativa. Algunos detalles sí dependen de ti, pero otros no. Se trata de conocer a esta persona que te gusta tal y como es, en lugar de analizar cada uno de sus comportamientos desde el perfeccionismo de cómo quieres que sea. El perfeccionismo puede alejarnos de la realidad cuando se convierte en una barrera entre nosotros mismos y aquello que está ocurriendo.