Hoy en día, la crisis económica está marcando un cambio de tendencia en la celebración de las bodas. Un cambio de tendencia que, por otra parte, supone apostar por el sentido común. Es importante que cada pareja organice su boda de acuerdo a sus recursos económicos, pero también, de acuerdo a sus prioridades. El amor en esencia tiene poco que ver con el materialismo y el consumismo que rige la sociedad actual. Lo más curioso además, es que existen parejas que se separan poco después de haber celebrado una boda por todo lo alto. El matrimonio o la convivencia sin papeles es un dilema común en las parejas pero todavía existen personas que siguen con la tradición de darse el sí quiero.
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