No existe un único concepto de soledad. A veces, pensamos que se siente solo aquel que tiene pocos amigos. Y sin embargo, la realidad es que a nivel externo, no siempre la soledad se percibe en su propia esencia. Algunas personas tienen carisma para hacer muchas relaciones personales, forman parte de distintos grupos, sin embargo, no profundizan en esas relaciones y mantienen un vínculo superficial. ¿Qué ocurre entonces? Que se produce el desarraigo y se vive la soledad como una carga.
Cualquier persona tiene relaciones en su vida marcadas por un nivel de intimidad distinto. Sin embargo, cuando lo que predomina en la vida de una persona son las amistades superficiales, entonces, cada vínculo deja un vacío. En este caso, la soledad se produce cuando a partir del autoconocimiento, la persona descubre que las conversaciones y los planes que mantiene con esas amistades superficiales no dejan una memoria emocional importante.
La sensación de soledad en este tipo de situaciones muestra esta paradoja de la diferencia entre la apariencia y el ser. Una persona puede aparentar que está acompañada porque tiene muchos contactos en su agenda, y sin embargo, sentirse profundamente sola en su interior.
La fragilidad de las relaciones personales lejos de ser un hecho aislado es una tendencia cada vez más frecuente en un contexto social marcadamente individualista. O también, en una sociedad en la que el hábito de estar ocupado de una forma habitual, roba mucho espacio a la improvisación de los planes sociales. En ocasiones, llevamos la planificación del trabajo a la forma de vivir el ocio. Esto es lo que ocurre cuando programas un plan con tus amigos con tres semanas de antelación.
La paradoja de la soledad en nuestro tiempo también se muestra en el hecho de que a pesar de tener distintas formas de comunicación y de contacto, la comunicación no siempre fluye en la proporción de los medios. Se trata de tener amigos de verdad. Pero en ciertas situaciones, se produce la contradicción de querer hacer estas amistades y, sin embargo, no tener suerte. No estar en el momento oportuno, en el lugar exacto. Las amistades no siempre llegan a nuestra vida justo cuando las estamos esperando. A veces, precisamente, debemos tener paciencia.
Las frases bonitas de amor son una fuente de motivación muy importante. El poeta Jean de La Fontaine dijo: «No hay mejor amigo ni padre que uno mismo». Me encanta esta frase porque muestra el tipo de relación que cada uno debemos aspirar a mantener con nosotros mismos para sentirnos menos solos y más felices. ¿Qué otras frases te inspiran motivación cuando te sientes solo?
2 respuestas a “Las relaciones superficiales causan soledad”
Cuanto más conozco a los hombres, más quiero a mi perro….
No tengo amigos solo tube gran mujer por 40 años los mas lindo de la vida esta en cielo pordona no puedo mas saludo sin comentario