Es innegable que hoy por hoy, Internet se ha instalado en nuestras vidas y lo ha hecho para quedarse. Internet es una herramienta que se usa para todo: trabajo, ocio, estudios, y en el hogar.
Para muchos, Internet ocupa gran parte de nuestras vidas y con ella, las redes sociales absorben mucho de nuestro tiempo, más del necesario y del aconsejable.
Facebook y Twitter, se han convertido en términos que ya forman parte a diario de nuestro vocabulario, y hasta pareciera ser que si no tenemos presencia activa en estas redes sociales, nos quedamos fuera del mundo globalizado.
Si bien se le puede dar un uso positivo a estas redes sociales, y hasta nos pueden ser muy útiles en el aspecto social de nuestra vida, facilitándonos cuestiones como buscar pareja, conocer gente o conocer amigos, también es cierto que su “abuso”, puede afectar la relación de pareja.
Muchas personas han encontrado en las redes sociales una vía de escape, un medio para “hacer terapia” y un lugar en donde poder expresar abiertamente sus emociones. En las redes sociales se expresa todo, las alegrías, los fracasos, las rupturas o separaciones de pareja.
Esto para muchos puede ser positivo y liberador, pero para otros, puede llegar a convertirse casi como en una adicción y en un arma de doble filo.
En ocasiones las redes sociales pueden absorber gran parte de nuestro tiempo, tiempo muy valioso que podemos dedicarle a nuestra pareja, y esto en muchas relaciones es un motivo frecuente de reclamos y peleas.
La sobreexposición en las redes sociales, nos lleva a hacer demasiado pública nuestra vida amorosa, y esto puede ser perjudicial si no se lo sabe manejar.
Lo más sano, sería poder encontrar un equilibrio entre el tiempo que le dedicamos a Internet y la comunicación y el tiempo que se le dedica a la pareja.
Si este equilibrio se altera, no es raro que surjan los conflictos y los reclamos en la pareja, que si no se los sabe resolver a tiempo, pueden derivar en una ruptura o en un deterioro severo de la relación.
Imagen de tomada de smemon87 Flickr