El placer de estar en casa resulta apetecible en muchos momentos. Tanto que esta inercia natural que busca el descanso, ahora tiene un nombre propio: nesting. Seguro que en algún momento has decidido pasar todo el fin de semana en casa, cerrando la puerta a cualquier posibilidad de plan social de cine, teatro, cena con amigos en un restaurante… ¡En casa también puedes hacer muchos planes en pareja!
Lo único que te pedía tu ánimo era tranquilidad. Algo lógico después de una semana de trabajo intenso. Si vives en pareja, el nesting te permite disfrutar de dos de los ingredientes más importantes de tu vida presente: tu casa como símbolo de identidad y bienestar, y tu pareja, como motor de amor.