Caer en la rutina es algo casi inevitable y las parejas que llevan varios años juntos, suelen experimentarla a menudo.
No obstante, el caer en la rutina es algo que puede evitarse si ponemos empeño de nuestra parte.
Aquellas parejas con hijos, son más proclives a padecer la rutina. El tener que seguir normas de convivencia estrictas tales como las responsabilidades laborales, los horarios escolares, ocuparse de la educación y crianza de los hijos, enfrentar los problemas económicos, son cuestiones no menores, que pueden llegar a interferir en la relación de pareja, llegándola casi a deteriorar.
Las claves para evitar la rutina en la pareja son:
Renovarse: cuidar el aspecto físico, ayudará a vernos siempre atractivos ante nuestra pareja.
Flexibilidad en los horarios: permitirnos salirnos de vez en cuando de los horarios estrictos.
Dialogar: la comunicación es vital para el éxito de la pareja. Generar espacios para el diálogo y la intimidad es esencial.
Realizar actividades en pareja: darnos la posibilidad de disfrutar de actividades placenteras en pareja. Salidas, caminatas, paseos y viajes pueden ser buenas alternativas para salirnos de la rutina.
Apelar al romanticismo: los piropos, las palabras de afecto y los pequeños gestos son los ingredientes que no deben faltar en la pareja.
La monotonía y el aburrimiento, pueden apoderarse de tu pareja en momentos puntuales de la vida, la clave es poder darse cuenta a tiempo, antes de que la relación termine por desgastarse.
El estrés, el cansancio, las responsabilidades diarias, son factores que pueden contribuir a caer en la rutina pero esto no es motivo para bajar los brazos ni dejarse vencer.
Evitar la rutina es cosa de dos, si aún existe cariño, respeto y amor, entonces bien vale la pena darse una segunda oportunidad y disfrutar plenamente de la vida en pareja.
Imagen de Daquella manera tomada de Flickr