Estar enamorado es uno de esos regalos importantes que te pone la vida en el camino y que puedes disfrutar de una forma positiva. En realidad, las personas se enamoran muy pocas veces plenamente a lo largo de su vida. Una persona se enamora de verdad cuando lo da todo, y de una forma inesperada, el sentimiento surge. Es decir, no se trata de algo premeditado sino inesperado. Y además, la persona no pretende controlarlo todo al cien por cien sino que quiere vivir esa historia, asumiendo incluso, el dolor de que pueda salir mal.
Cuando una persona se enamora de verdad es consciente de que compensa mucho más amar en libertad que poner muros a la ilusión inicial. Cualquier persona tiene alguna experiencia negativa sobre sus espaldas, sin embargo, incluso quienes tienen el corazón desgarrado por dentro tienen las mismas posibilidades de volver a enamorarse en algún momento porque el corazón es impredecible e incierto.
Estar enamorado es un regalo porque en esos momentos eres más feliz. En cierto modo, el tiempo se detiene, quieres retener la perfección de cada instante en tu mente, te sientes afortunado por vivir algo así, tienes ganas de ser mejor persona, el mundo te parece mejor, tu vida más interesante… El efecto terapéutico del amor es tan potente que en realidad, el sentimiento cura todas las heridas y las decepciones
Estar enamorado es un regalo a cualquier edad. Aunque es verdad que el enamoramiento se vive con más intensidad en la adolescencia eso no significa que no sea pleno el amor a los cuarenta años. De hecho, a esa edad, el enamoramiento es más consciente y más maduro. Estar enamorado es un regalo por ello, no merece la pena renunciar a este placer por el hecho de haber tenido una vida difícil repleta de fracasos sentimentales. Cerrar la puerta al amor de una forma definitiva puede hacerte sufrir más todavía porque detrás de esa decisión hay dolor, resentimiento e ira.
El enamoramiento es un regalo de tal forma que incluso en caso de sentir ilusión por alguien que no te corresponde, llegado el momento, puedes darle las gracias a esa persona por el simple hecho de haberte hecho sentir algo especial de nuevo. Eso no tiene precio porque es como volver a cobrar vida tras un duro golpe.
El amor y el enamoramiento es un regalo misterioso, inexplicable e incierto ya que en ocasiones, también tiene fecha de caducidad pero lo importante es disfrutarlo una vez que llega.
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