La decisión de casarse, es siempre una elección que tiene que ser muy meditada entre los miembros de la pareja, para evitar luego posibles frustraciones.
Todas las parejas atraviesan por crisis durante sus matrimonios, aún aquellas que se han casado estando sumamente enamorados y convencidos del gran paso que iban a dar.
Las crisis en la pareja son naturales, y muchas veces necesarias para hacernos crecer y darnos cuenta de lo importante que es la compañía de la otra persona para nosotros.
El casamiento implica un gran compromiso y las parejas que deciden casarse, esperan que sea para siempre, aunque algunas no consigan sobrevivir a la convivencia.
Cuando uno toma la decisión de casarse, también debe ser conciente que va a formar su propia familia, y que va a ser necesario independizarse de su familia de origen, para constituir su propio núcleo familiar.
Muchas de las parejas que deciden casarse, lo hacen convencidos de que ese paso que van a dar, es necesario para darle a la relación además de una recompensa por haberse consolidado a lo largo del tiempo, la estabilidad y legalidad que toda relación seria y bien constituida se merece.
Otros en cambio, tenderán a casarse por las presiones sociales, familiares, de la propia pareja, y estos serán los que tendrán mayores dificultades a la hora de la convivencia y mayores las posibilidades de un fracaso.
La decisión de casarse, no es algo que deba tomarse a al ligera. Más allá de que un matrimonio puede disolverse por diversas razones, una separación o divorcio si las cosas no salen como uno espera, es siempre un trance doloroso y representa un fracaso emocional, mucho más cuando existen hijos de por medio.
La pareja ideal no existe, mucho menos los matrimonios exentos de problemas, roces, crisis, y no es que el casamiento los exima de ello. El casamiento representa un mayor compromiso, significa tener un proyecto en común y comprometerse a cumplirlo.
El casarse, sin dudas es un gran paso y para darlo, la pareja debe estar segura, madura y consolidada. Si existe amor, comprensión, respeto y compromiso por parte de ambos, la convivencia seguramente será buena, a pesar de los altibajos que puedan existir en el matrimonio.
Imagen de Gobierno de la Cdad. de Buenos Aires tomada de Flickr