Del noviazgo al matrimonio: ¿Cómo saber si estás preparado?

El noviazgo es una etapa de conocimiento que es muy necesaria para la consolidación del amor ya sea en el matrimonio o en la convivencia. Está claro que el compromiso de una boda es mucho mayor que el de un noviazgo. Por esta razón, antes de dar el paso de casarte, reflexiona sobre si, realmente, crees que ha llegado tu momento de dar el paso con tu pareja.

En primer lugar, es importante que no hayáis pasado por alto temas que debéis tratar antes de implicaros en un proyecto de vida en común: ¿Cómo vais a organizar vuestra economía doméstica? ¿Queréis tener hijos los dos o vuestros deseos en este punto no coinciden? ¿Estáis dispuestos a cambiar de ciudad si a uno de los dos le surge una oferta de trabajo muy importante? ¿Queréis compar o alquilar una casa? ¿Y dónde?

La boda no es un fin en sí mismo. Así viven este momento aquellas novias que se predisponen a esta jornada como si fuese una especie de cuento de hadas. El sí quiero es la puerta de una nueva etapa en la relación. Una etapa en la que habrá muchos momentos buenos, pero también, discusiones de pareja, dificultades, rutina e instantes poco románticos. De hecho, el primer año de matrimonio suele ser difícil porque representa un proceso de adaptación común.

Un proceso que resulta especialmente difícil para quienes no han convivido antes de casarse (aquellos que convivieron antes, ya vivieron este momento anteriormente). Sin embargo, conviene puntualizar que el hecho psicológico de la boda existe como muestra el caso de aquellas parejas que se separan después de haberse casado tras muchos años de convivencia.

Cómo saber si estás preparado para casarte

1. No interpretas la realidad en términos románticos de cuento de hadas sino desde el realismo de saber que el amor se muestra en los buenos momentos pero también, en los amargos.

2. No hay otra persona en el mundo con la que te apetezca dar este paso que te emociona porque para ti representa la idea de evolucionar en tu vida de un modo positivo.

3. Crees que formas un buen equipo con tu pareja, cuando estás a su lado te sientes bien. Existe un clima de intimidad emocional basado en la confianza. Un clima que habéis consolidado gracias a una buena comunicación.

4. Cuando piensas en tu boda, no viene a tu mente la idea de que si algo no va bien podréis divorciaros. Está claro que eso puede ocurrir pero en tu interior te casas con todas las consecuencias. Te agarras con fuerza a las certezas de tu amor.

5. Recibes con agrado los consejos de familiares y amigos que se han casado anteriormente. Eres consciente de la responsabilidad de este paso y agradeces las palabras de cariño de aquellos que te quieren porque te ayudan a reflexionar y pensar en el tema.

6. No quieres casarte por hacer feliz a tus padres o porque crees que es lo que ya te toca por una cuestión de edad. Tu deseo del matrimonio está basado en algo más profundo que estos tópicos tan superficiales. Quieres a tu pareja, sabes que te quiere, y el matrimonio encaja en tu modelo de convivencia y en tus valores.

Cuándo cancelar la boda

Puede ocurrir que hayas concretado fecha de boda y no te sientas preparado para dar el paso. En ese caso, cancelarla es lo mejor que puedes hacer en un acto de sinceridad contigo mismo y también, con tu pareja. Estas son las verdaderas frases de amor, las que surgen de la verdad.  Y a veces, resulta muy incómodo decir «ya no te quiero tanto como te quise entonces». Sin embargo, si eres honesto, vives mejor, amas más y creas buena suerte en tu vida. Cancela tu boda si esa fecha ha supuesto para ti ansiedad negativa, miedo crónico y una lucha interior que se descanta por el no. Es decir, tu voz interior te dice constantemente que no quieres dar el paso, que ese no es tu camino y sueñas con otra vida.