Una cita puede producir un nerviosismo interior que es fruto de esas expectativas que has puesto en ese encuentro. Cuanto más ilusionado estés con esa potencial historia de amor, más posibilidades tienes de experimentar cierta intranquilidad. Sin embargo, estas emociones no son negativas sino positivas ya que activan tu organismo para vivir ese momento. Además, el nerviosismo también es un reflejo de que esa persona te importa, quieres dar una buena imagen y transmitir confianza. Para aliviar los nervios antes de una cita no personalices la situación y piensa que es muy posible que la otra persona se sienta de un modo similar a ti. Por tanto, analiza este encuentro como una situación equitativa para ambos, en lugar de visualizarte en un rol de inferioridad.
Los nervios antes de una cita suelen ser fruto de esa anticipación de la realidad. Cuando sin haber llegado al plan ya has hecho un montón de hipótesis sobre todo lo que puede ocurrir, llegas en cierto modo agotado mentalmente y con una predisposición que puede no ser la mejor. Intenta liberarte de tantas expectativas y vive el momento en el que estás.
Ideas para calmarte antes de la cita
Para aliviar los nervios antes de una cita, lo más recomendable es que elijas un lugar que te guste para el encuentro y te dé seguridad. Por ejemplo, una cafetería que visitas habitualmente y que te gusta. Los lugares producen emociones sobre las personas. Y algunos espacios pueden hacerte sentir tan bien como en casa.
Es posible que estés nervioso, sin embargo, intenta no repetírtelo a ti mismo una y mil veces. De lo contrario, activas todavía más esta inquietud. El secreto para acabar con ese nerviosismo es conectar con la ilusión de ese plan, visualiza cómo todo fluye en tu mente, siente la oportunidad de conocer mejor a esa persona y que te conozca a ti, vive este encuentro como una oportunidad para romper la rutina. Sin pensar más allá, sin viajar hacia el futuro, intenta atrapar este momento porque la etapa de las citas tiene su magia. La magia no nace de las citas, sino del flechazo, la ilusión, el enamoramiento o la atracción física para ligar.
Intenta hacer aquellos recados que tienes pendiente de llevar a cabo al día siguiente de la cita, antes de esa
jornada. A veces, el peso de todo aquello que tienes pendiente de hacer puede convertirse en una forma de lastre. Además, si la cita sale como esperas, podrás vivir la jornada siguiente dando rienda suelta al recuerdo de recrearte en matices de ese momento.
Las personas tendemos a analizar la realidad y las relaciones de pareja en términos racionales, es decir, nuestro entendimiento analiza las situaciones y extrae conclusiones. Sin embargo, existe mucha información de amor que se vive de un modo diferente. Es decir, a veces, cuando vives una cita y te has sentido bien, sientes que no puedes describir con palabras lo que ha significado para ti ese momento.
Cómo ser optimista en la cita
Por tanto, intenta no conceptualizar la cita, intenta fluir para observa la realidad con el corazón. A veces, cuando conectas con este nivel de sentimiento, es cuando realmente te das cuenta de si existe sintonía o no con la potencial conquista.
Si estás nervioso antes de una cita llama por teléfono a ese amigo con el que compartes tantos momentos de risas y buen humor. Es muy posible que ambos logréis ver la parte divertida de esta situación.
Cuida los preparativos que están vinculados con tu propia presencia e imagen corporal. Por ejemplo, elige ropa que te gusta cuando te miras al espejo. Si estás nervioso, llega con el tiempo justo a la cita pero no te ancitipes más de lo necesario. De lo contrario, el tiempo de espera te parecerá interminable.
Repite frases de amor como un mantra, frases que dibujen en ti una sonrisa. Esta puede ser una propuesta: «Si el amor es fantasía, últimamente me encuentro en pleno carnaval», un mensaje de Vinicius de Moraes.