Hablar de invulnerabilidad implica hablar de su contrario, la vulnerabilidad (del mismo modo que no se puede comprender la alegría sin la tristeza). Lo cierto es que el amor es una fuente inagotable de alegría y felicidad, pero también, a aquel que ama le es imposible no sufrir ante la indiferencia del otro, un conflicto interpersonal o la enfermedad. ¿Te has preguntado alguna vez qué convierte en vulnerable a un ser humano?
En el terreno de las relaciones interpersonales existe el miedo de mostrar las debilidades ante el otro por temor a que el otro pueda utilizar la propia debilidad para hacernos daño (cuando te hacen daño te sientes vulnerable). Quizá por eso también existen personas que piensan que mostrar sentimientos es un signo de debilidad (de hecho, nos cuesta menos expresar pensamientos que exteriorizar sentimientos). En general, en una sociedad marcada por la presión de la competitividad laboral, estamos más acostumbrados a desarrollar la racionalidad que a exteriorizar la propia afectividad. (más…)