Como ya hemos visto anteriormente en el blog de mobifriends, existen varios tipos de amor. Hoy hablaremos del más puro y supremo: el amor incondicional.
Cuando hablamos de amor incondicional, no estamos refiriendo al sentimiento más sublime que un ser humano puede tener. Experimentar esta intensa emoción, es amar sin condiciones, sin esperar nada a cambio, sin juzgar y sin intentar cambiar al otro. Es poner en un lugar privilegiado ese estrecho vínculo que nos une al objeto de nuestro amor.
El amor incondicional exige compromiso, aceptación, lealtad, respeto, tolerancia. Después de establecer estas premisas, cada uno de nosotros, podrá evaluar de corazón si lo que siente por esa personas amada, efectivamente es un amor incondicional.
No podemos sentir amor incondicional por todo el mundo o por todas las personas de nuestro entorno a las cuales queremos. Quizá podamos amar o querer muchísimo a un amigo, pero no siempre podemos hablar de un amor incondicional como por ejemplo el que podemos sentir por un hijo o la pareja.
Generalmente el amor incondicional se ve y experimenta entre los miembros de una familia, aunque por supuesto puedan existir excepciones.
Muchas veces este tipo de amor exige un sacrificio de nuestros propios intereses y necesidades, pero esto no se vive como una carga sino como una realización y con un profundo bienestar interior.
Cuando amamos incondicionalmente no esperamos retribuciones ni reconocimientos. Nos conformamos con hacer feliz al otro, posponiendo nuestros propios deseos sin por ello sentirnos vacíos ni frustrados.
Amar incondicionalmente no significa que no podamos poner límites y que no nos hagamos respetar. También es lógico en este tipo de amor tener la necesidad de sentirse querido, respetado y tenido en cuenta, y estoy convencida de que esto consigue naturalmente si nuestro amor es verdadero.
Por estos días, ha salido publicada una investigación que asegura haber encontrado la razón por la cual somos capaces de sentir amor incondicional.
Científicos canadienses, descubrieron que esa intensa emoción, se desataría como producto de la interrelación entre siete áreas del cerebro y en forma totalmente independiente de lo que puede llegar a ser el amor romántico o sexual.
De esta manera, los investigadores comprobaron que cuando se experimenta amor incondicional, se libera dopamina, sustancia química ligada a la sensación de placer.
El amor incondicional supone entrega, sacrificio, dedicación. Este sin dudas no es un amor para todos, pero bien vale la pena estar abiertos a experimentarlo.
Imagen de Ana_Cotta tomada de Flickr