Cuando te gusta una persona, deseas proyectar tu mejor tú, este es uno de los factores del arte de la seducción. Sin embargo, esta proyección de tu mejor imagen debe partir siempre desde una perspectiva de sinceridad y honestidad. Es decir, aunque en este primer momento intentas ocultar tus defectos para que sean más visibles tus virtudes, esto no debe confundirse con la manipulación del otro.
1. Autoconocimiento
Por ello, el primer paso para conquistar a una persona, comienza por un viaje interior hacia lo más profundo de tu propio ser. Es decir, el primer paso de la seducción parte de la introspección. Solo a partir del conocimiento real y la aceptación de tu propio núcleo personal puedes emprender el viaje del descubrimiento del otro sin desconectar de tu propia verdad interior.
¿Qué quiere esto decir? Por ejemplo, que aunque tengas el deseo de gustar a la otra persona, en tus decisiones siempre debes priorizar la importancia de sentirte bien contigo. Conquistar a alguien no implica agradarle en contra del propio bienestar.