Todos hemos tenido días malos y los seguiremos teniendo en el futuro. Afortunadamente de hecho, ya que eso significa que estamos vivos. Los malos días no siempre están producidos por acontecimientos negativos en grado extremo, con frecuencia, pueden amargarnos el momento detalles con los que no contábamos y que rompen nuestras expectativas.
Tener un mal día de vez en cuando es algo totalmente lógico, tener una cadena interminable de jornadas repetidas durante varias semanas, ya no lo es tanto. Es decir, si nos sentimos desbordados un día tras otro, es conveniente que pidamos ayuda. Uno de los hábitos positivos para el nuevo año es cuidarte. ¿Cómo sobreponerte a un mal día en el trabajo o en tu vida personal?
1. Llama por teléfono a tu mejor amigo y comparte las anécdotas de la jornada intentando sacar el sentido del humor a través de notas divertidas. En ocasiones, cuando tenemos un mal día, podemos sentir que aquello que nos pasa (o mejor dicho, cómo nos tomamos las cosas) roza el surrealismo. También puedes chatear gratis si quieres hablar con una persona que vive lejos.