Existen muchas personas a las que les cuesta mucho analizar y comprender sus emociones y sus sentimientos. Por ejemplo, seguro que puedes conocer a algunas personas en tu entorno habitual que centran su atención en describir hechos y acontecimientos del día a día, es decir, rara vez hablan de sí mismos en términos de interioridad. De hecho, incluso puedes encontrarte con alguien que te habla de la intimidad de otras personas mientras no se atreve a hablarte de la suya.
En general, resulta mucho más estimulante una conversación en la que es posible profundizar en el mundo interior de un amigo o un familiar. Al menos, es más fácil poder aprender de alguien que se deja conocer a ese nivel de intimidad. Una intimidad en la que es posible descubrir los miedos ajenos y las dudas. (más…)